Los Mossos d’Esquadra están investigando cinco denuncias por pinchazos en el ámbito del ocio nocturno, todas en Lloret de Mar. Justo un día después de que una joven denunciara a través de sus redes sociales que le había ocurrido lo mismo en un local de Barcelona. Podría tratarse de una nueva técnica de sumisión química que consiste en drogar a la víctima con una inyección a través de una jeringuilla. No obstante, la policía ha descartado que en ninguno de estos casos hubiera una agresión sexual posterior al pinchazo y por ahora no puede confirmar que se inocularan sbstancias, algo complicado de detectar cuando ya han pasado unas horas de los hechos.
Así lo explicó ayer Montserrat Escudé, portavoz de los Mossos, en una entrevista en Catalunya Ràdio, que pidió a las víctimas acudir rápidamente al hospital «para poder detectar los indicios del delito que posteriormente desaparecen. Esto es clave».
Por su parte, la portavoz del Govern de la Generalitat, Patrícia Plaja, explicó que se están estudiando las cinco denuncias e insistió en que no hubo abusos sexuales posteriores a los pinchazos. Asimismo, aseguró que la Conselleria d’Igualtat i Feminismes y la de Salut se han reunido para abordar esta cuestión y «dar las pautas necesarias a las personas que se encuentren con esto en primera persona», así como a los locales en los que se produzcan, y también para hacer un seguimiento riguroso de los casos.
Durante los Sanfermines hubo también varias denuncias por pinchazos, y aunque en un primer momento se habló de la posibilidad de que hubieran inyectado droga a las víctimas, los investigadores de los hechos en Pamplona lo acabaron atribuyendo a «gamberrismo».
A quien al parecer si drogaron a través de un pinchazo fue a la chica de Barcelona que lo denunció a través de sus redes y a su amiga. Fueron al hospital 12 horas después y ya no les detectaron ninguna sustancia, pero asegura que tras la inoculación sintieron mareo, desorientación, cansancio, sueño y pérdida de visión y de escucha. A ellas les ayudó el personal de la discoteca y tampoco fueron víctimas de agresión sexual, pero recuerda en su denuncia que es importante ir directamente al hospital tras el pinchazo, no solo por la posible droga inoculada, sino por el riesgo de sufrir una infección o enfermedad en caso de tratarse de una aguja reutilizada.