La payesía valora positivamente la manifestación en Madrid: «Las protestas continuarán»

Unos doscientos campesinos de la demarcación –cien del Camp de Tarragona y otros cien de las Terres de l’Ebre– se han desplazado hacia Madrid para participar en la manifestación que el sector lleva a cabo para solicitar mejoras como la reducción de la burocracia y el establecimiento de estrategias que mitiguen el efecto de la sequía y que permitan un mejor desarrollo del oficio.

Muchos de los participantes de Catalunya salieron el pasado martes con coches y, entre martes y miércoles, con tren. Además, diversos tractores han viajado con góndolas y se han unido a la columna de Segovia para seguir hasta Madrid.

Los provenientes de Tarragona han partido sobre las siete de la mañana de la estación del Camp y han llegado sobre las nueve y las diez.

La concentración ha empezado entre las 10.30 y las 11.00 horas en la Puerta de Alcalá, para seguir la ruta comunicada por la calle Alcalá y el paseo del Prado hasta la sede del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.

Los altercados con la policía

Los agricultores han denunciado que, de los 1.500 tractores que se desplazaron, según los cálculos de Unión de Uniones, tan solo 500 han podido llegar a la capital y han sido 78 los que han alcanzado las puertas del Ministerio.

La Delegación, por su parte, ha argumentado que se permitió el paso a 500 tractores, la cifra aportada por los organizadores en la comunicación de la movilización, pero no se ha hecho con otros «por exceder la cifra comunicada y autorizada».

Tras la concentración en la Puerta de Alcalá, pasadas las 14.00 horas, la mayoría de los agricultores y tractores ha emprendido la marcha hacia el Ministerio por la calle Alfonso XII.

Previamente, se han vivido momentos de tensión: la manifestación se ha desgajado cuando, pasadas las 13.00 horas, un grupo de tractores y varias decenas de productores han intentado romper el cordón policial que delimitaba su recorrido establecido y han tratado de ir por el eje Cibeles-Prado. Esa ruta es la que los convocantes habían propuesto y había sido denegada por la Delegación.

Los altercados han llevado a algún enfrentamiento con los agentes, hasta que el coordinador de Unión de Uniones, Luis Cortés, megáfono en mano y con heridas leves en una pierna, ha pedido retomar el orden previsto y reconducir la marcha hacia la calle Alfonso XII para desembocar frente al Ministerio.

El coordinador territorial de Unió de Pagesos en el Camp de Tarragona, Pere Guinovart, ha criticado «el comportamiento de la Delegación, que ha dejado a centenares de tractores sin poder entrar a Madrid; la Policía, además, ha bloqueado varias calles para que no se pudiera pasar». No obstante, Guinovart ha valorado la jornada como «una movilización de desgaste: las protestas continuarán»

También el responsable del sector del arroz de Unió de Pagesos, el ebrense Albert Pons, criticó que no pudieran acceder todos los tractores aunque tuviesen los permisos. Pese a eso, Pons hizo una valoración positiva de una nueva jornada de reivindicación «muy potente».

«Sobre todo, pedimos que se hagan elecciones en el campo, ya que desde 1977 no se han producido, cuando aún había cámaras agrarias, y ahí hay personas que no nos representan. Pedimos que los payeses podamos escoger a nuestros representantes de forma democrática», considera.

Pons explica que paralelamente piden una moratoria indefinida que pueda incluso eliminar el llamado cuaderno digital, ya que, a su parecer, vulnera el derecho de los payeses «puesto que no tiene en cuenta la brecha digital que hay en nuestro sector, que está muy envejecido. Los payeses de 60 años no pueden hacer todos estos trámites de forma telemática, es un despropósito».

Por otro lado, también la Associació de Cooperatives Productores d’Oli d’Oliva del Baix Ebre i Montsià (ACOBEM) ha querido mostrar todo su apoyo a las reivindicaciones de los payeses.

ACOBEM remarca que las movilizaciones han servido para visibilizar una problemática del sector primario que hace años que se arrastra, como es la pérdida de rentabilidad económica de las explotaciones, que pone en peligro su supervivencia.

La manifestación finalizó sobre las cinco y media, cuando una parte de agricultores y agricultoras cogieron el AVE para regresar. Otro grupo –y los que fueron en coche– volvieron más tarde.

La movilización ha finalizado sobre las cinco y media de la tarde, cuando una parte de agricultores y agricultoras cogieron el AVE para volver a Tarragona.

¿Qué se pide en la tractorada de Madrid?

Las principales reivindicaciones son la fijación de precios justos en el campo, la revisión de la Política Agraria Común (PAC) y la reciprocidad en las relaciones comerciales.

Bajo el lema «Nos sobran los motivos», la organización agraria ha organizado la protesta para denunciar que el campo está «exhausto» tras las mermas de producción ocasionadas por la sequía y el encarecimiento de los costes de producción, que ponen a muchas explotaciones en número rojos.

Entre sus demandas, la Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos ha destacado la necesidad de «clarificar la representatividad agraria» y de reconocer que «no hay sostenibilidad ambiental sin sostenibilidad económica y social», por lo que ha urgido a las instituciones europeas a legislar basándose en datos científicos y técnicos.

Unión de Uniones ha pedido al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación que publique los criterios para determinar los costes de producción con el objetivo de que los precios estén por encima de ellos, en cumplimiento de la ley de la cadena alimentaria.

También ha instado a renovar la ley de modernización de explotaciones agrarias y revisar el plan estratégico de la PAC en España, dando preferencia a los agricultores profesionales y flexibilizando la condicionalidad y los ecorregímenes (ayudas vinculadas a prácticas sostenibles), además de aplazar el cuaderno digital y compensar por su sobrecoste.

La organización ha reclamado reciprocidad en las relaciones comerciales sobre el uso de fitosanitarios, condiciones ambientales, medicamentos y medidas veterinarias, mediante la aplicación de las llamadas «cláusulas espejo» y el refuerzo de los controles en las fronteras frente a plagas y enfermedades.

Además, ha mostrado su deseo de que se rescate el plan de seguros agrarios como herramienta de garantía de las rentas del sector y más recursos para prevenir y compensar los daños de la fauna cinegética y la fauna silvestre a la agricultura y la ganadería.

Una mayor participación del sector en la elaboración de las políticas que les afectan, la protección de los intereses agrarios frente al auge de las energías renovables y el desarrollo del contrato eléctrico de doble tarifa para el regadío han sido otras de las reivindicaciones.

Se pide también un gasóleo profesional agrario con la mínima fiscalidad aplicada en el momento de la compra y un IVA más reducido para los bienes y servicios utilizados en la producción agraria, junto a una ampliación de las ayudas directas por la sequía y otras crisis, incluyendo al olivar y el viñedo.

El sector solicita un mejor diseño de la política hidrológica y de la gestión sanitaria de la fauna, con medidas preventivas contra la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica (EHE) y ayudas compensatorias; la revisión del programa de erradicación de la tuberculosis bovina y de la directiva de emisiones industriales, entre otras cosas.