Los Mossos d’Esquadra han activado la alerta máxima ante posibles disturbios como consecuencia de la inminente sentencia contra Quim Torra que se prevé condenatoria. Los CDR ya hace días que han convocado protestas para el día que se conozca la resolución del Tribunal Supremo que podría inhabilitar al dirigente nacionalista. La Policía autonómica ha emplazado a los agentes antidisturbios, en una orden interna, a que estén todos disponibles de cara a la semana que viene. El comisario jefe de los Mossos ha movilizado a todos sus efectivos antidisturbios, que pueden ser requeridos en cualquier momento.
La sentencia se espera para el lunes, y la semana que viene coincide también (el jueves) con el tercer aniversario del referéndum del 1-O. Según apuntó en TV3 el conseller d’Interior, Miquel Sàmper, «todos los escenarios» están sobre la mesa en cuanto a orden público se refiere.
El pasado octubre, las calles de Barcelona ardieron por los disturbios contra la sentencia que condenó a penas de nueve a trece años de prisión a nueve de los dirigentes independentistas del Procés. Las protestas se prolongaron durante un mes, con la quema diaria de contenedores y se registraron 500 heridos.
Los Mossos d’Esquadra han recibido órdenes para que estén preparados para protestas que podrían prolongarse varios días, como ya ocurrió hace un año, y a extremar la vigilancia en sedes judiciales y en las infraestructuras como las carreteras y autopistas. Un operativo ya de por sí complicado, que en esta ocasión viene agravado por la pandemia, con restricciones para la población.
Informes elaborados por los Mossos d’Esquadra, en cualquier caso, han detectado posibles amenazas de disturbios. No solo de los CDR, que llevan días avisando en redes sociales con regresar a Urquinaona (la plaza barcelonesa que fue epicentro de los enfrentamientos de los CDR con la Policía de hace un año) sino también de grupos nuevos más radicales como Blanc Bloc.
El conseller recordó ayer que los Mossos son policía judicial y que actuarán de acuerdo a las órdenes judiciales. El conseller Mique Sàmper asumió hace 20 días la cartera de Interior de la Generalitat, tras ser cesado por Quim Torra el conseller anterior, Miquel Buch. Torra y Buch mantenían sus diferencias como consecuencia de algunas actuaciones de los Mossos contra los CDR, que desde algunos sectores del independentismo consideraron desproporcionadas, en especial las de hace un año tras el fallo del Supremo.
Las protestas por la sentencia de Torra serán la primera prueba seria para el nuevo titular de Interior. De hecho, desde el primer momento se especuló con que una de las razones por las que Torra relevó a su conseller de Interior fue la gestión del otoño caliente catalán.