Unidas Podemos, lejos de moderar sus opiniones sobre la Corona, ahondó sus críticas y lo hizo de forma coral y coordinada. Los socialistas reconocen la autonomía política de sus socios para mantener posiciones beligerantes con la Monarquía, pero preferirían que en estos momentos difíciles para la Casa del Rey templaran su discurso. Pero sus deseos se quedaron en eso.
La ministra de Igualdad señaló que a la vista de las informaciones «de extrema gravedad» sobre el rey emérito se hace «muy difícil separar los casos (de corrupción), algunos presuntos y otros contrastados, de la familia Borbón, de la institución de la que forman parte». Irene Montero explicó que su partido tiene que «ser firme» en las denuncias de esos comportamientos y no puede callarse por el hecho de integrar el Gobierno.
Su colega de Consejo Ministros, Alberto Garzón, reclamó a las fuerzas políticas y a la justicia «inflexibilidad absoluta» con los comportamientos del rey emérito. El titular de Consumo reprochó además al PP que salga en defensa de «todo lo que hace la Monarquía, aunque sea mal» porque cree que así «protege España». Con esa estrategia, añadió, «se equivocan. La mejor manera de proteger España es luchar contra la corrupción, venga de donde venga».
Garzón insistió, además, en la conveniencia de crear una comisión de investigación parlamentaria sobre «el ciudadano Juan Carlos de Borbón», bloqueada en Congreso por la negativa de PSOE, PP y Vox.
El nacionalismo catalán y vasco actuó ayer de manera muy diferente. ERC registró en el Congreso y en el Senado una propuesta con cambios legislativos que permita poner fin a la inviolabilidad del rey y a «la opacidad de la casa real», así como «abolir» sus privilegios, coincidiendo con la investigación de las presuntas actividades corruptas de Juan Carlos I.
Con respecto a la casa real, el grupo de Gabriel Rufián pide una reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial, la Ley Orgánica del Tribunal de Cuentas y la Ley de Enjuiciamiento Criminal para, entre otras cuestiones, excluir de la condición de aforados al rey o reina y a su consorte, una vez hayan abdicado.
Por contra, las Juntas Generales de Vizcaya (parlamento provincial) rechazaron con el voto de PNV, PSE y PP que se retire el título honorífico de Señor de Vizcaya al rey emérito, así como declarar personas «non gratas» en ese territorio a Juan Carlos de Borbón y Felipe VI. El portavoz del PNV, Andoni Atutxa, justificó el voto contrario en que las Juntas vizcaínas no han reconocido desde 1979 «a ningún señor o señora de Bizkaia» y que se trata de un título «honorífico que tiene el valor que le concedan los demás».