Los colegios españoles buscan el sobresaliente en la asignatura de la Covid-19 después de conseguir un notable alto, contra todo pronóstico, en el curso 2020-21. Con grupos burbuja, mascarillas, distancias y ventilación, España salió airosa de un año escolar que comenzó con muchas dudas y acabó convirtiéndose incluso en un ejemplo para otros países. Pero una nueva vuelta al cole está a la vuelta de la esquina. Los niños comienzan hoy el curso en las comunidades más madrugadoras y la apertura de los colegios se extenderá durante la primera quincena del mes. No habrá grandes cambios en las medidas. Ahora, la variante Delta será el nuevo peligro y la vacunación de los adolescentes, la gran esperanza.
El curso pasado se cerró en los centros educativos con 6.631 brotes que afectaron a unos 37.500 alumnos, con una media de 5,65 escolares por brote, según cálculos a partir de los datos del Ministerio de Sanidad.
«Las medidas preventivas funcionaron», resume un experto que ha asesorado al Gobierno. Los contagiados en los colegios representaron apenas el 1,15% del total de 3.239.084 casos registrados en España en el periodo entre septiembre del 2020 y junio del 2021. «Se ha objetivado mayor transmisión en el entorno familiar o comunitario que en los centros educativos, a pesar de ser un entorno con especial vigilancia epidemiológica», explican los ministerios de Sanidad y Educación en el documento ‘Medidas de prevención, higiene y promoción de la salud frente a Covid-19 para centros educativos en el curso 2021-2022’, que ha servido como balance del pasado año escolar y que ha propuesto las medidas para el retorno a las aulas. Los centros no ejercen un papel de ampliación de la transmisión, sino que son «un reflejo de la transmisión comunitaria», señalan los especialistas.
Los niños se contagiaron muy poco en los colegios, pero más con sus familias o en otros entornos. Desde el 22 de junio de 2020 hasta el 1 de junio de 2021, el 3,2% de los casos confirmados en España corresponde a menores de 5 años; el 4,3%, a los de entre 5 y 9 años, y el 11,9%, a los de entre 10 y 19 años, según los datos del Gobierno. En ese periodo, requirieron ingreso hospitalario el 1,3% de los casos en el grupo de edad de 0-4 años; el 0,4% entre los de 5-9 años; y el 0,5% en los de 10-19 años; a las UCI llegó el 0,05% de los casos en el grupo de edad de 0-4 años y el 0,03% de los casos tanto en el grupo de 5-9 años como de 10-19 años. Y finalmente, la mortalidad por Covid-19 hasta esa fecha expresada en número por cada 100.000 casos confirmados fue de 3,7 entre 0-4 años, de 3,4 en el grupo de 5-9 años, y de 3,2 en el de 10-19 años, según datos de la Red Española de Vigilancia Epidemiológica.
Eso sí, el verano ha servido como advertencia para no bajar la guardia. La explosión de casos entre los jóvenes tras el fin del curso escolar ha llevado las incidencias, entre los menores de 19 años, por encima de los 1.500 casos. Además, en julio y agosto se han registrado 562 brotes en campamentos que han afectado a 4.492 niños y adolescentes.
Picos en noviembre y enero
En el 2020-21, la mayoría de los brotes en colegios e institutos se detectaron en Educación Secundaria Obligatoria y no obligatoria (36,1%) y en educación primaria (25%), aunque los ministerios no explican dónde ocurrieron el resto de los contagios. Los brotes en centros educativos presentaron dos picos en noviembre y enero, que coincidieron con los máximos de la segunda y la tercera ola de la pandemia. «El impacto de la apertura de las escuelas en la transmisión de la enfermedad es muy discutible. Sin embargo, sí que hay evidencias de que la transmisión comunitaria se traslada a las escuelas. Esto es muy relevante, ya que las escuelas son parte de la comunidad y es importante, por tanto, mantener medidas en la comunidad para que las escuelas no se vean afectadas», sostienen los expertos que han asesorado al Gobierno en la vuelta al cole.
