La COP25 sirve exactamente para reunir en una sala a las personas que tienen que ponerse de acuerdo para resolver el problema del calentamiento global. Y permitir que hablen, abiertamente, de lo que les preocupa, lo que les separa y lo que les une.
En la sede de Endesa, site event de la COP25, han hablado representantes de Enel, de EDP, de Ikea, del banco Santander, la Ministra de Transición Ecológica, el director general del Consejo Empresarial Mundial para la Sostenibilidad, WBCSD (promotores del acto) y muchos más primeros espada del mundo empresarial.
Abrió la jornada Francesco Starace, consejero delegado y director general de Enel, quien preparó el terreno para que los panelistas supieran que allí se habían reunido para avanzar. La lucha contra el cambio climático, reflexionó, es por primera vez un asunto de cientos de agentes, no sólo de unos pocos. Estamos en nuevo mapa en el que hay sitio para todos, los pequeños cuentan más que nunca, y es la rentabilidad y la oportunidad económica la que debe marcar este crecimiento de las renovables. El papel de los gobiernos debe centrarse en que esa transición hacia las energías renovables sea "justa", con el objetivo de eliminar así los combustibles fósiles, pero “sin dejar a nadie atrás”.
La banca expresó su deseo de que sean los técnicos y expertos quienes indiquen a las empresas financieras e inversoras qué tecnologías están maduras, qué criterios deben seguirse, cómo apostar bien por este nuevo mundo energético dando igualdad de oportunidades a todos. Porque la incertidumbre es otra de las palabras más oídas en estas conversaciones.
La ministra Teresa Ribera habló de flexibilidad. De la necesaria capacidad de negociación y de manejar esa incertidumbre, porque sabemos que no hay marcha atrás en la descarbonización. Pero en el cómo si hay dudas. “Debemos conectar con los más jóvenes”, pidió, “que nunca más les parezcamos la generación que se queda con los beneficios, que mantienen sus privilegios, y que miran para otro lado ante lo que les dejan a los que vienen”.
Caos. También se habló de evitar el caos. Porque a medida que se solucionan problemas, dicen los que están tirando de esta transformación, surgen otros. En Francia, los problemas por la inmensa cantidad de terreno que ocupan las renovables genera una no aceptación ya que las empresas tienen que trabajar en soluciones ya. Y convencer a la sociedad.
Y todos toman nota de lo que le pasa al vecino. Al de enfrente. Al de al lado. Porque, quizá por primera vez en la historia, a la vez que se plantean soluciones globales y multidisciplinares, surgen problemas también globales y multidisciplinares. Como si el hombre, al descubrir el fuego por primera vez, hubiera tenido que plantear soluciones contra los problemas de los incendios y el desabastecimiento de madera.