El Ayuntamiento de Barcelona y la entidad del Tercer Sector Hàbitat3 anunciaron ayer a un acuerdo para comprar la Casa Orsola por 9,2 millones de euros a través de una fórmula social colaborativa. El edificio, que se ha convertido en un símbolo de la lucha de los inquilinos contra la especulación, fue adquirido por el fondo Lioness Inversiones SLU, propiedad de Albert Ollé, por 6,5 millones en el año 2021. La compra de la propiedad por parte del fondo encendió las alarmas entre la comunidad, que acusó a la nueva propiedad de «echar a inquilinos para crear alquileres de temporada por el triple de precio». Y es que al mes siguiente de la compra, se notificó a los inquilinos que debían abandonar los pisos una vez finalizaran sus contratos, hecho que provocó un fuerte movimiento social de solidaridad con los vecinos afectados.
El Ayuntamiento de Barcelona, con Ada Colau a la cabeza y Jaume Collboni como primer teniente de alcalde, descartó en 2021 comprar la Casa Orsola por 6,5 millones utilizando el derecho de tanteo y retracto, haciendo referencia a «criterios técnicos», según el grupo municipal de ERC. Ahora, el Consistorio, junto con la entidad del tercer sector Habitat3, la adquiere por 9,3.
Tras anunciar la compra, el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, aseguró que todos los inquilinos actuales de Casa Orsola podrán seguir en sus hogares y ninguno será desahuciado. En la operación, Hàbitat3 se hace con el 51 % de la superficie de Casa Orsola, la que suman las 26 viviendas habitables, mientras que el Ayuntamiento adquiere los cuatro locales comerciales y un espacio no habitable que suman el 49 % de la finca. En números totales, la Fundación aporta 4,3 millones de euros frente a los 4,8 millones del consistorio.
Estas últimas semanas, la Casa Orsola ha sido noticia porque la movilización ciudadana, encabezada por el Sindicat de Llogateres, ha impedido dos intentos de desahucio.
«Convertiremos todo el edificio en pisos de alquiler asequible», «ningún inquilino tendrá que marcharse de Casa Orsola y todos los pisos pasarán a ser gestionados por Hàbitat3», celebró el alcalde de Barcelona, que precisó que los siete pisos que están en alquiler de temporada pasarán a la bolsa de alquiler asequible junto con los dos que están vacíos cuando terminen los contratos.
Vuelve a tener «esperanza»
El vecino de la Casa Orsola cuyo intento de desahucio desató las movilizaciones organizadas por el Sindicat de Llogateres que han terminado con la adquisición de la finca por el Ayuntamiento de Barcelona y Habitat3, Josep Torrent, destacó ayer que «por fin» vuelve a tener «esperanza».
«Han sido tres años de lucha, de incertidumbre, de dolor y sufrimiento», explicó a los medios tras el anuncio del consistorio de que comprará la Casa Orsola. Pese a la visible emoción que mostraban sus lágrimas en la rueda de prensa, Torrent reprochó a las autoridades locales que no se hayan puesto en contacto con los vecinos por ahora.
«Sería un detalle que nos tomaran como interlocutor», señaló el docente, que recordó que en pocos días se ha enfrentado a tres fechas de desahucio.
Excluidos de la solución
El portavoz del Sindicat de Llogateres, Enric Aragonès, reprochó al Ayuntamiento y a Hábitat3 que «premien, en parte con dinero público», al propietario de la Casa Orsola, con una cifra de compra que «está muy por encima de lo que el fondo pagó inicialmente». Por otra parte, el portavoz manifestó que «gracias a la movilización popular se ha conseguido que los inquilinos se puedan quedar en sus casas» y reivindicó que los vecinos deben ser los dueños de las decisiones sobre el futuro del edificio.