La Organización Mundial de la Salud denuncia que una de cada dos personas con diabetes del tipo 2 en el mundo no puede acceder a la insulina. Esta enfermedad va en aumento a los países pobres y en vías de desarrollo, pero tienen dificultades para comprarla. La OMS lo atribuye a su alto precio, a la baja disponibilidad de insulina humana y al control del mercado por parte de un puñado de compañías.
Según un informe publicado este viernes, tres farmacéuticas (Eli Lilly, Novo Nordisk y Sanofi) controlan más del 90% del mercado. "Un negocio multimillonario ha generado un gran problema de acceso", apunta el director general de la OMS Tedros Adhanom Ghebreyesus en un comunicado.
Más de 60 millones de personas en el mundo viven con diabetes del tipo 2 y la insulina es esencial para reducir el riesgo de insuficiencia renal, ceguera y amputación de extremidades. Si bien el 75% de los afectados vive en países fuera de Europa y Norte América, solo representan el 40% de los ingresos por la venta de insulina, según el informe. Las ventas de productos de insulina de Eli Lilly, Novo Nordisk y Sanofi generaron unos 16.640 millones de dólares el 2020 y el 60% provenía de estas dos regiones ricas.
La OMS destaca que las compañías han dejado de lado la insulina humana, que se puede producir a un coste relativamente bajo, para centrarse en las sintéticas, que son más caras, pero igual de efectivas. Según los estudios que recoge la OMS, se estima que en los países pobres la dosis diaria de insulina humana costa entre 0,20 y 0,63 dólares, mientras que el precio de la dosis diaria de las sintéticas está entre 0,78 y 1,73 dólares.
Medidas propuestas
Por todo ello, la OMS reclama aumentar la producción de insulina humana, sobre todo en las regiones con menos acceso, y "diversificar la producción" para generar más "competición" y "bajar los precios". De todos modos, insta los gobiernos a "regular los precios" y "mejorar la transparencia" sobre cómo se fijan.