El uso de la aplicación Radar Covid permite detectar casi el doble de contactos estrechos de una persona infectada en comparación con el sistema de rastreo manual. Así lo indica un estudio científico publicado en 'Nature Communications', que recoge los resultados de una prueba piloto hecha en la isla canaria de La Gomera el verano pasado, entre el 29 de junio y el 22 de julio. A través de una campaña de comunicación se animó en toda la población que llegaba a la isla a descargarse la aplicación. Hubo más de 3.000 descargas y después de simular infecciones se consiguieron detectar 6,3 contactos estrechos por individuo infectado, una cifra que casi duplica la media detectada en la isla con el rastreo de contactos manual: de 3,5 contactos.
El objetivo del estudio era verificar la efectividad técnica y epidemiológica del rastreo digital de contactos a través de la aplicación Radar Covid a instancia de la Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial del gobierno español.
En el experimento las más de 3.000 descargas suponían que un 33% de la población disponía de la aplicación. El catedrático del Departamento de Ingeniería Informática y Matemáticas de la Universitat Rovira i Virgili Àlex Arenas, parte del equipo de la investigación, afirma que para que la aplicación empiece a ser eficiente, como mínimo, hace falta que un 20% la tenga instalada.
El equipo investigador simuló una serie de infecciones por covid en la capital de la isla, San Sebastián de la Gomera, para comprobar el nivel y la precisión de esta tecnología en la detección de contactos estrechos en la hora de contener varios brotes de coronavirus, que en este experimento simulado afectaban el 10% de la población que tenía descargada la aplicación.
"Hemos comprobado que la aplicación permite afinar mucho la distancia de los contactos y sabemos que, por ejemplo, cuando hay paredes entre medio de dos personas la intensidad de la tecnología bluetooth baja", aclara Arenas.
Aun así, los investigadores advierten que el éxito de la aplicación depende de los propios gobiernos, que son quienes tienen que poner en marcha campañas de comunicaciones "efectivas" para animar las personas a descargarse y utilizar esta aplicación que, en Catalunya, todavía no está en funcionamiento.