El Servei Català de la Salut (CatSalut) ha acordado condicionar que los ambulatorios y hospitales del Sistema sanitari integral d’utilització pública de Catalunya (Siscat) reserven toda la capacidad para «actividad urgente, emergente y clínicamente inaplazable» en todos los niveles asistenciales, ante el impacto de la quinta ola de coronavirus.
En una resolución del CatSalut, con una duración inicial máxima de tres meses, acuerda la reserva de la capacidad asistencial de los centros, servicios y establecimientos del Siscat para su «dedicación prioritaria» a la atención sanitaria producto de la pandemia. Sin embargo, esta medida no se aplicará a la atención sanitaria de carácter urgente ni sobre la actividad programada que pueda implicar «una evaluación desfavorable objetiva si se demorase el tratamiento».
La resolución pide orientar los recursos de atención intermedia a apoyar la atención de pacientes agudos y orientar los recursos sociosanitarios de más baja intensidad de cuidados para que estén en condiciones de dar apoyo a las necesidades de derivación de las residencias, impidiendo el paso por centros de agudos de usuarios con baja intensidad asistencial, así como restringir las visitas en los centros sanitarios.
En un comunicado, la Conselleria de Salut de la Generalitat explica que el objetivo de las medidas es «optimizar al máximo posible» todos los recursos de los que dispone el Siscat dada la presión actual, proporcional a niveles de la primera ola, y que están viviendo la atención primaria, el 061 y los hospitales catalanes.
Por ello, reserva toda la capacidad para actividad urgente o no aplazable, teniendo en cuenta que, respecto a la primera ola, la demanda de patología urgente y emergente no Covid es más alta, lo que provoca que los niveles de presión asistencial sobre el sistema sanitario sean «muy elevados».
Respeto a los descansos
Salud explica que las medidas quieren hacer frente a una demanda «muy importante», y al mismo tiempo garantizar el descanso del colectivo sanitario que lleva haciendo un esfuerzo contenido desde el inicio de la pandemia. En este sentido, la resolución estipula priorizar el trabajo en red y aplicar medidas para reorganizar equipos profesionales y acompañar el crecimiento de estructura disponible necesaria, intentándolo compatibilizar con el «respeto máximo posible» a los periodos de descanso acordados.
Los responsables de Salut han explicado en los últimos días que el sistema de salud se encuentra en una situación «crítica» y eventualmente está desprogramando actividad, y el departamento prevé que en los próximos diez días sigan subiendo los pacientes ingresados, tanto en planta como en UCI, por el incremento de contagios las últimas semanas. La Generalitat ha trasladado estas mismas medidas a los centros privados porque los recursos habituales del sistema no son suficientes.
La directora gerent del Institut Català de la Salut (ICS), Yolanda Lejardi, espera que en septiembre los CAP y los hospitales puedan recuperar la actividad no urgente, a pesar de ese plazo inicial que se ha dado de res meses. «Esperemos que, de la misma forma en que la ola ha subido, vuelva a bajar, y nos permita a la vuelta en septiembre tener la capacidad de recuperar esta actividad», ha añadido.
Lejardi dice que algunos centros ya llevan desprogramando actividad desde hace semanas, pero que el ritmo no es igual en toda Catalunya. La responsable sanitaria dice que en la calle se mantiene una «sensación» de que lo peor de la pandemia ya ha pasado y que se trata de un verano para hacer vacaciones y recuperar las interacciones pero que es una percepción «absolutamente enfrentada» con la realidad del sistema sanitario.