La Fiscalía dejó claro este martes que ninguno de los violadores de la francesa Gisèle Pelicot tenía y ni siquiera intentó obtener el consentimiento de la víctima, que sufrió 200 violaciones bajo sumisión química en diez años.
"Nunca tuvo el consentimiento ni lo pidió", repitieron para cada uno de los acusados al justificar individualmente la petición de penas Laure Chabaud y François Mayet, los fiscales del tribunal de lo Criminal de Aviñón, al sureste de Francia.
Los representantes del Ministerio Público quisieron enfatizar el sometimiemto continuado que tuvo que sufrir la víctima, que nunca pudo dar su permiso a ningún tipo de relación sexual al estar inconsciente por las altas dosis de somníferos que le administraba su entonces marido, el violador confeso Dominique Pelicot, de 71 años.
En total, la Fiscalía pidió penas de prisión para 47 de los 51 acusados que se sientan en el banquillo de este macrojuicio, a falta de los últimos cuatro, que se abordarán mañana miércoles, cuando está también previsto el alegato de la abogada del principal acusado.
La menor de las condenas propuestas es de cuatro años para Joseph C., un hombre de 69 acusado de agresión sexual, porque no penetró a la víctima; la mayor, de 20 años, la máxima posible en Francia, por violación agravada, que es para Dominique Pelicot, urdidor del plan criminal.
El acusado más joven tenía 21 años en el momento del delito, mientras que el más mayor tenía 69.
Uno de los casos más "sórdidos" al que se refirió Chabaud es el de Karim S., de 40 años. Penetró de múltiples formas a la víctima, a pesar de ser consciente de que estaba completamente inerte.
Llegó a decir que no le "complació" y negó haber cometido una violación a pesar de las pruebas presentadas en el juicio. Repitió la agresión una segunda vez.
Los peritos psiquiatras que examinaron Karim S., como recordó el fiscal, lo describieron como un hombre con una imagen negativa de la mujer, un narcisista sexual marcado por la voluntad de ejercer poder sobre un "objeto sexual" al que pueda "dominar", como una especie de "venganza" hacia el género femenino.
Por todo ello la Fiscalía reclamó para él 14 años de prisión por violación agravada, una de las más elevadas, tras los 20 años de Dominique Pelicot y los 17 para Jean-Pierre Maréchal.
Maréchal fue el único de los que se sientan en el banquillo que jamás tocó a Gisèle Pelicot, pero que replicó con su mujer, Cilia M., los mismos métodos que le enseñó Dominique Pelicot, que también violó a ésta varias veces.
Al terminar la sesión de la mañana, en la jornada 51 de este juicio histórico, varias mujeres organizaron una acción de apoyo a Gisèle Pelicot, que vio la escena visiblemente emocionada, tras recibir una ovación a la salida del tribunal.
Los hechos que se juzgan desde el 2 de septiembre pasado en Aviñón ocurrieron de julio 2011 a octubre de 2020, principalmente en la casa de los Pelicot en Mazan, aunque todo había comenzado en la región parisina y también en una segunda residencia familiar.
Dominique Pelicot contactaba a decenas de hombres en internet y los invitaba a su domicilio, tras drogar con ansiolíticos a la víctima, hoy convertida en un icono feminista mundial. En estado de inconsciencia, los violadores abusaban de ella sin que esta recordara nada más tarde.
En septiembre de 2020 el violador confeso fue detenido por grabar bajo las faldas de unas mujeres en un supermercado de Carpentras. Una vez los investigadores registraron los archivos informáticos del principal acusado descubrieron 20.000 vídeos y fotos en los que aparecían las violaciones a las que sometió a la víctima.
Dominique Pelicot está imputado, además, en otros dos casos de violencia de género, uno por la violación y el asesinato de una mujer en 1991 y el otro por una tentativa de violación con arma blanca en 1999.