El conseller de Salut, Josep Maria Argimon, ha descartado este lunes recuperar la obligatoriedad de la mascarilla en interiores con los datos actuales de infectados por coronavirus, y sólo empezaría a preocuparse a partir de los 150 ingresados en las UCIs.
"El indicador claro es la UCI, cuántas personas tenemos hoy críticas por Covid. Empezaría a preocuparme a partir de 150 enfermos. Los podríamos aguantar, pero esto también significa que hay repercusiones sobre otro tipo de enfermos", ha explicado en una entrevista en Catalunya Ràdio.
También ha recordado que sí es obligatorio el uso de la mascarilla en el transporte público, una medida que "no siempre se cumple" y en la que, en su opinión, ha habido cierta relajación.
"La vida debe normalizarse", ha reclamado Argimon, que cree que se está llegando al pico de la séptima oleada, con una media de unas 50 personas ingresadas en las UCI, y ha vaticinado que en otoño llegará otra ola.
Sobre la variante Centaurus, prevé que llegue a Catalunya "más pronto que tarde" y ha explicado que deberán analizar si se convertirá en una variante dominante o no.
Tras advertir del "cansancio acumulado" que hay entre el personal sanitario, ha llamado a reforzar la necesidad de la tercera dosis entre la población más joven, y cree que la cuarta dosis debería empezar a administrarse a la población más vulnerable.
Además, ha defendido el mecanismo de las bajas automáticas, alegando que no se han disparado el número de bajas --4.800 desde el miércoles--, y prevén que esté activo hasta que termine el verano: "No vemos que se dispare la picaresca".
El conseller también ha alertado al Gobierno de la necesidad de afrontar la falta de médicos y enfermeras que hay porque "desde 2010 no se ha hecho nada, y los números dicen que uno de cada dos viene de fuera", y ha reclamado de nuevo la recuperación del fondo Covid.