El pacto de PSC, Junts, ERC, Catalunya en Comú y la CUP para aislar a Vox y a Aliança Catalana de la actividad parlamentaria prevé la constitución de una «comisión de seguimiento» compuesta por un diputado de cada una de estas formaciones y entidades como la Unidad Contra el Fascismo y el Racismo (UCFR).
Así lo señala el texto, al que ha tenido acceso EFE, sobre el que este miércoles darán cuenta en una rueda de prensa en el Parlament, a las 12:30 horas, las citadas cinco organizaciones políticas.
A semejanza de lo acordado en la pasada legislatura -cuando Vox ya obtuvo representación parlamentaria, aunque no así Aliança Catalana-, el manifiesto lleva por título «Por un Parlament comprometido con la democracia, los derechos y la diversidad». En campaña electoral, estas cinco formaciones ya suscribieron un documento similar promovido precisamente por la UCFR.
El elemento más novedoso del actual acuerdo es la constitución de la citada comisión de seguimiento: de ella formarán parte un parlamentario de cada una de estas organizaciones y de la misma «también podrán participar representantes de UCFR y otras entidades de la sociedad civil organizada que se considere».
El manifiesto consta de seis puntos: el primero de ellos señala que «no se aceptarán ni por acción ni por omisión los votos de la extrema derecha para formar una eventual mayoría de investidura ni de gobierno».
Además, se usarán las intervenciones parlamentarias para «combatir los discursos de odio, defendiendo los derechos humanos y contrarrestando las informaciones falsas que puedan inducir a discriminaciones y vulneraciones de derechos humanos».
En tercer lugar, los firmantes acuerdan evitar que la extrema derecha tenga presencia en ningún órgano de gobierno del Parlament (ni la Mesa de la cámara, ni las mesas de las comisiones ni grupos de trabajo), al tiempo que se evitará su presencia «en los nombramientos sobre los que el Parlament tiene potestad estatutaria o legislativa».
Con el fin de «no normalizar a la extrema derecha» se contemplan acciones como no convocar a Vox ni a Aliança Catalana cuando se «realicen encuentros entre grupos parlamentarios para abordar temáticas concretas», así como rechazar sus iniciativas o «evitar buscar su acuerdo para tumbar o hacer prosperar» determinadas votaciones.
Otro de los objetivos de estas cinco formaciones es «institucionalizar el compromiso feminista y antirracista del Parlament», lo que incluye mantener el recuento de fallecidos en el mar Mediterráneo y de asesinatos machistas o «reformar el reglamento para prever sanciones en caso de que no se firme el Compromiso contra la discriminación y el acoso».