El violador de Igualada buscaba «hacer el mayor daño posible a la víctima»

El acusado tenía las capacidades «perfectamente conservadas y era plenamente consciente» en el momento en que se le hizo la exploración

20 junio 2024 15:22 | Actualizado a 20 junio 2024 15:33

El presunto violador de Igualada no buscaba una satisfacción sexual en sus actos sino «hacer el mayor daño posible a la víctima». Así lo corroboró en la cuarta sesión del juicio uno de los mossos del grupo de análisis de conducta criminal.

Ha dicho que el hecho de que el acusado dejara a la víctima abandonada demuestra una «falta de empatía y arrepentimiento» y ha asegurado que había muchas probabilidad de que «volviera a actuar».

Por otra parte, se ha puesto de relieve que en la exploración que se hizo al acusado éste tenía las capacidades «perfectamente conservadas».

El mosso del grupo de investigación criminal relató que, desde un primer momento, «tuvieron claro» que el agresor no conocía a la víctima por el «tipo de agresión y la violencia que utilizó».

En este sentido, el agente ha explicado que la víctima presentaba «lesiones muy graves» en el cráneo y en la zona anal, donde tenía un desgarro de 15 centímetros. «En mi larga experiencia nunca me había encontrado con una lesión como esta.

Nos encontramos con agresiones y lesiones de 5 centímetros, pero no de 15», ha subrayado el investigador, añadiendo que «muy probablemente» se habría cometido con un objeto.

Sobre este aspecto, uno de los médicos forenses ha dicho que hablar de desgarro anal sería «quedarse corto», ya que la herida era «muy profunda». También coincide en que este tipo de lesión es «poco compatible» que se hubiera podido hacer con un miembro masculino y, por eso, sugiere que se habría hecho con un «objeto puntiagudo o desproporcionado en cuanto al tamaño».

El mismo testigo aseguró que la víctima podría haber fallecido por cualquiera de estas lesiones, tanto por las que le profirió al cráneo como por las de la zona anal y vaginal. «Son lesiones que más vemos en la sala de autopsias que en una consulta de valoración de daños corporales», concluyó.

La intención del acusado era «causar mal, vejación y mucho dolor»

En este sentido, detalló que el tipo de agresión que utilizó el acusado la denomina expresiva. Es decir, que sobrepasa la agresión denominada instrumental, que es aquella que «el agresor utiliza para sobrepasar la resistencia que pueda presentar la víctima».

En este caso, detalló el mosso, el agresor «sobrepasa la violencia justa y necesaria» para llevar a cabo sus actos y «busca otro tipo de consecuencias como es causar mal, vejación y mucho dolor».

El investigador también ha puesto de relieve la conducta que tuvo el acusado tras la agresión, ya que abandonó a la chica y la dejó «sin ropa ni protección con una temperatura térmica muy baja y con mucha pérdida de sangre».

«La víctima tuvo suerte de que la encontraran», ha dicho. De hecho, este experto expuso que la trayectoria del acusado «iba encaminada hacia convertirse en un delincuente sexual homicida».

Sobre su pasado, el mosso detalló que el acusado tiene registradas tres agresiones anteriores «altamente violentas». La primera con una familiar menor de edad y las otras dos con exparejas suyas. Esto demuestra, según ha dicho, que el joven tiene «conflictos con las mujeres y su forma de resolver la frustración es a través de la violencia».

También dijo que el consumo de sustancias tóxicas y el hecho de haber sufrido abusos cuando era un niño pueden ser factores que hayan influido en su conducta, pero dejó claro que «son factores facilitadores pero nunca pueden ser factores determinantes».

Las capacidades del acusado estaban «perfectamente conservadas» en el momento de la exploración

Una de las pruebas periciales que se ha realizado en la cuarta jornada del juicio ha sido la médico-forense pedida por la defensa del acusado. En este sentido, la declarante ha dicho que en el momento en que hicieron la exploración al acusado éste tenía las «capacidades perfectamente conservadas» y ha asegurado que no disponen de ningún dato que les permita asegurar si sus capacidades «podían haber sido alternadas en cualquier momento anterior» a la exploración que le hicieron.

Ningún resto de semen del acusado en el lavado vaginal de la víctima

Las agentes que forman parte de la unidad de genética forense explicaron, tal y como ya hicieron otros testigos de los Mossos en jornadas previas del juicio, que las únicas muestras de ADN de la víctima que se localizaron fueron en una chaqueta que tenía el acusado.

Esta chaqueta la encontraron durante el registro que la policía catalana hizo en el domicilio del acusado en el momento de su detención, en abril del 2022. Por otra parte, han explicado que no encontraron semen del acusado en el lavado vaginal que hicieron de la víctima.

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