Una avería en uno de los dos pozos que hay en Port de la Selva (Alt Empordà) ha dejado sin agua potable y con un suministro intermitente a todo el pueblo.
Los vecinos notaron que la presión del agua bajaba este lunes por la tarde y poco después el gobierno local avisó de un corte indefinido mientras buscaban una solución. Por el momento, se pide a la gente que no use el agua del grifo ni para cocinar ni para beber porque hay una concentración de sal más alta de lo normal.
La empresa concesionaria del servicio, Agbar, ha avisado que habrá un suministro intermitente mientras no se resuelva la incidencia. Por ahora, el gobierno local y Agbar trabajan con el Consorcio de Aguas de la Costa Brava.
Hay vecinos que aseguran que tienen un hilo de agua que les corre por el grifo, otros pueden llenar la cisterna del váter y otros no tienen agua de ninguna manera. Por eso muchos se han espabilado y han ido hasta la playa para llenar garrafas, cubos y botellas de agua. Paralelamente, muchos otros han ido hasta el supermercado para llevarse botellas y garrafas.
De hecho, a media mañana el supermercado se quedó sin existencias y todo el pasillo quedó vacío. Solo había una sola estantería con algunas botellas, eran las de 50 cl y las que tienen sabor a limón. Miquel es un vecino de Osona que tiene una segunda residencia en Port de la Selva. Él es uno de los que ha ido a primera hora a comprar agua. «Había pocas garrafas pero todavía he conseguido algunas», explicaba.
Bares sin café
A lo largo de la mañana muchos preguntaban a los trabajadores del supermercado dónde podían encontrar más botellas. La respuesta «no tenemos agua» ha sido la más repetida por toda la plantilla a lo largo de la jornada. Afuera, la situación era similar. Algunos bares no han servido café porque funcionan con el agua de la red y la poca que corría por las tuberías era salada. «Nos estropearía toda la máquina», explicaba Joaquim Nadal, propietario del bar Bellavista.
Además, el hostelero aseguraba que están limpiando todos los platos a mano y por eso han decidido usar vasos y platos de papel y de un solo uso. El propietario, sin embargo, teme que lo peor llegará con el servicio de mediodía. «No estamos preparados para lavar todo a mano, será caótico».
El hecho de no tener agua potable ha generado molestias para algunos residentes de Port de la Selva. Algunos reclamaban resolver el problema pronto o si no se irían. Otros, como Miquel, se lo toman con filosofía. Aun así, aseguran que si mañana no se ha resuelto la incidencia también decidirán volver a casa, a Osona. «Entiendo que el que venga a pasar solo una semana esté más enfadado», afirmaba el residente.
Por otro lado, Gilles es un francés que también tiene casa en Port de la Selva. Estos días está allí con dos amigos más que hoy ya se marchaban. Aun así, para él no es ningún problema quedarse unos días sin agua. «Si es cosa de un día, dos o tres no pasa nada», decía riendo, «como mucho olerás un poco más».