El nuevo Parlament de Catalunya, salido de las urnas el pasado 12 de mayo, celebra este lunes -día siguiente de las elecciones europeas- su sesión constitutiva, en la que habrá que elegir la presidencia, dos vicepresidencias y cuatro secretarías de la cámara, unas votaciones aún sin mayorías claras.
De los 135 diputados del nuevo Parlament -la mayoría absoluta está en 68 escaños-, 42 son del PSC, 35 de Junts, 20 de ERC, 15 del PP, 11 de Vox, 6 de Comuns Sumar, 4 de la CUP y 2 de Aliança Catalana.
El pleno de constitución del Parlament de la XV legislatura se iniciará este lunes a las cuatro de la tarde, sin que, por ahora, se vislumbre en manos de qué partido recaerá la presidencia de la cámara ni el resto de cargos de la Mesa.
Ni tan solo está claro cuántos votos será posible contabilizar, después de que el Tribunal Constitucional (TC) estimara el recurso interpuesto por el grupo del PSC-Units en contra de los acuerdos de la última Mesa del Parlament que permitieron el voto telemático del exconseller Lluís Puig desde el extranjero.
Esto puede afectar a la sesión constitutiva del nuevo Parlament, en la que una Mesa de Edad -encabezada por Agustí Colomines (JxCat), el más veterano, junto a Júlia Calvet (Vox) y Mar Besses (ERC)- deberá decidir si desobedece al TC y permite el voto a los tres diputados que permanecen fuera de España: Carles Puigdemont y Lluís Puig (JxCat) y Ruben Wagensberg (ERC), que está de baja médica.
Por lo tanto, la primera decisión que deberá tomar la Mesa de Edad, con Colomines a la cabeza, es si acepta -como ya ha defendido ERC- los votos de estos diputados, lo que provocaría un arranque del pleno con polémica.
En la primera votación -mediante papeletas depositadas en una urna con el nombre de un diputado-, habrá que elegir la presidencia de la cámara catalana, un cargo clave porque será quien propondrá a un candidato a la investidura del próximo presidente de la Generalitat.
El aspirante a presidir el Parlament necesita la mayoría absoluta en primera votación; en segunda ronda, es elegido el candidato que obtenga más apoyos entre los dos más votados inicialmente.
Si cada uno de los ocho partidos con representación vota a uno de sus propios diputados, el más votado será un nombre del PSC -ganador de los comicios catalanes-, pero si hay pacto entre Junts y ERC la presidencia recaerá en un diputado independentista, lo que abriría la puerta a que el primer candidato propuesto para la investidura no fuese el socialista Salvador Illa, sino Carles Puigdemont.
Finalizado el pleno de constitución, se activará un plazo de diez días hábiles en el que la nueva presidencia del Parlament abrirá una ronda de consultas con los líderes parlamentarios y propondrá a un candidato a una investidura que se celebraría como muy tarde el 25 de junio.