El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) ha elegido a la magistrada catalana Isabel Perelló como presidenta de la institución y del Tribunal Supremo, la primera mujer en toda su historia.
Con 16 votos, Perelló se ha impuesto en la votación a Ana Ferrer, que era la principal favorita del bloque progresista pero cuyo nombre era rechazado de plano por los vocales conservadores, según informa el órgano de gobierno de los jueces.
Nacida en Sabadell en 1958, Perelló, que también era una candidata del bloque progresista, es licenciada en Derecho en la Universidad de Santiago de Compostela, habla catalán, portugués e inglés, además de castellano, es magistrada de la Sala Tercera del Tribunal Supremo desde 2009 y ha ocupado destinos en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Maó, en la audiencia Provincial de Barcelona y en el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC).
Especialista en contencioso-administrativo, sirvió en la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía en 1991 y en la Audiencia Nacional en 1994, y fue letrada del Tribunal Constitucional entre 1993 y 2003.
Ha participado en varios cursos sobre derecho constitucional, derecho administrativo comparado, telecomunicaciones y jurisprudencia constitucional, así como en encuentros organizados por el Consejo General del Poder Judicial sobre deporte, regulación y justicia.
Es coautora de diversas obras y ha colaborado en el libro La Europa de los Derechos: el Convenio Europeo de los Derechos Humanos, editado por el Centro de Estudios Políticos y Constitucionales.
Perelló no era la primera opción del sector progresista, que en el inicio de la negociación optó por otros nombres como el de Ana Ferrer o Pilar Teso, pero ha logrado el apoyo de más de las tres quintas partes de los vocales que necesitaba para convertirse en presidenta.
Su designación ha sido posible después de que este lunes -y ante la falta de acuerdo- los vocales del CGPJ abrieran las candidaturas a personas que no forman parte del CGPJ siempre y cuando cumplieran los requisitos que impone la ley.