El secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, ha pedido a su homólogo israelí, Yoav Gallant, en una conversación telefónica mantenida esta pasada noche, que la investigación sobre el ataque al convoy humanitario de la ONG World Central Kitchen (WCK) sea “rápida y transparente” para que los responsables “rindan cuentas”.
El ataque perpetrado en la madrugada del martes contra el convoy de la organización fundada por el chef español José Andrés, ha conmocionado a la comunidad internacional tras la muerte de siete de sus trabajadores.
El Ejército israelí publicó este miércoles su primer informe preliminar en el que concluyó que ese ataque se debió a una “identificación errónea” y emplazaba a una investigación más “exhaustiva” de una entidad independiente.
Pese a los datos del informe, Austin trasladó al ministro de Defensa israelí que, tras este última tragedia, deben tomar “medidas inmediatas” para “proteger a los civiles y trabajadores humanitarios” y no repetir “fallos en la coordinación” de la entrega de ayuda humanitaria.
WCK pide una investigación independiente
Por su parte, World Central Kitchen (WCK) ha pedido una investigación independiente sobre los ataques israelíes que acabaron con la vida de siete de sus cooperantes en la Franja de Gaza.
“Hemos pedido a los gobiernos de Australia, Canadá, Estados Unidos, Polonia y el Reino Unido que se unan a nosotros para exigir una investigación independiente” sobre estos ataques, anunció la organización sin ánimo de lucro en un comunicado en la red X.
La ONG pide que se esclarezca si estos ataques “se llevaron a cabo intencionalmente o si violaron de alguna manera el derecho internacional”.
Israel admitió los asesinatos, pero los calificó como “un evento trágico en el que nuestras fuerzas dañaron involuntariamente a no combatientes” y algo que “sucede en la guerra”.
Un ataque militar
Pero la organización cree que se trató de “un ataque militar que implicó múltiples ataques y tuvo como objetivo tres vehículos de WCK. Los tres vehículos transportaban civiles; estaban marcados como vehículos WCK; y sus movimientos cumplían plenamente con las autoridades israelíes, quienes conocían su itinerario, ruta y misión humanitaria”.
Por ello, y “para garantizar la integridad de la investigación, solicitamos al gobierno israelí que preservara de inmediato todos los documentos, comunicaciones, grabaciones de video y/o audio y cualquier otro material potencialmente relevante para esclarecer los ataques del 1 de abril”, añade la nota.
“Una investigación independiente -concluye- es la única manera de determinar la verdad de lo sucedido, garantizar la transparencia y la rendición de cuentas de los responsables y prevenir futuros ataques contra los trabajadores de ayuda humanitaria”.
WCK participó el pasado 15 de marzo en la llegada a Gaza de 200 toneladas de alimentos y agua, inaugurando un corredor marítimo a bordo del barco Open Arms pese a los llamamientos de la comunidad internacional y otras ONG de que solo la llegada masiva de alimento por tierra conseguirá paliar una hambruna inminente en Gaza.
WCK considera que fue «un ataque militar con múltiples objetivos». Foto: EFE