El 30 % de los jóvenes afirma que no sabe gestionar su privacidad en los entornos digitales, según un estudio de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) que analiza diferentes competencias digitales de los jóvenes y su capacidad crítica ante ellas desde una perspectiva de género.
Para el trabajo, los investigadores del grupo GAME de los Estudios de Ciencias de la Información y de la Comunicación de la UOC encuestaron a más de 600 jóvenes españoles de ambos sexos de entre 16 y 18 años sobre sus competencias y conocimientos críticos del entorno digital, según informa la universidad.
En la encuesta se recogen aspectos de las competencias técnicas (referidas al uso de dispositivos y habilidades mínimas para acceder al entorno digital) y de las competencias informacionales (relativas a la evaluación de los contenidos que se consumen y a la sociabilidad en línea).
El estudio concluye que el 71 % de las chicas aseguran que gestionan bien los perfiles de su identidad digital, frente al 66 % de los chicos.
Otro de los datos obtenidos es que el 25 % de los encuestados aseguran poder hacer el mantenimiento de los dispositivos o repararlos (32,6 % de los chicos y 18 % de las chicas).
Los autores del estudio han subrayado que, pese a que una parte muy importante de los jóvenes se consideran nativos digitales, esta definición «no implica tener habilidades digitales».
Esfuerzo educativo
En este sentido, el investigador Pedro Fernández de Castro, como uno de los principales autores del estudio, ha advertido de que «en el ecosistema digital actual, sin un trabajo conjunto entre educadores y jóvenes, las únicas competencias adquiridas serán las imprescindibles para consumir y producir en las plataformas digitales».
Por ello, ha urgido la «necesidad de abrir espacios educativos en los que podamos acompañar a los jóvenes para fomentar la crítica del entorno digital y desmitificar la idea de que los jóvenes son nativos digitales y que aprenderán lo que haga falta por ellos mismos».
Así, la UOC ha propuesto una educación digital que «incorpore necesariamente una mirada crítica y que no se oriente únicamente a la formación de empleados que se ajusten a las necesidades del mercado laboral, sino también a la creación de una ciudadanía activa, participativa y con capacidad crítica».
Pedro Fernández de Castro ha añadido que los datos «abren la reflexión hacia cómo la tecnología, como concepto y construcción social, está íntimamente vinculada a la masculinidad y tiene un rol clave en las desigualdades de poder entre géneros y, por tanto, en la reproducción de la lógica patriarcal».
Por ello, con el objetivo de conseguir una mayor equidad en las competencias de la juventud, los expertos han instado a incluir en esta educación aspectos de las teorías feministas en el ámbito tecnológico.