China lanza un satélite cuántico para explorar la teleportación

'Parece magia pero puede convertirse en algo tan simple y común como hoy lo es la televisión', asegura un científico

19 mayo 2017 18:26 | Actualizado a 21 mayo 2017 16:51

China lanzó el martes el primer satélite mundial de telecomunicación cuántica, el Quess, con el que los científicos quieren explorar un fenómeno que hasta hace poco parecía reservado a las películas de ciencia ficción: la teleportación. El Quess –siglas en inglés de Experimentos con Cuantos a Escala Espacial– partió a la 01.40 de la madrugada de ayer (17.40 GMT del lunes) desde el centro de lanzamiento espacial de Jiuquan, en el desierto de Gobi. El objetivo de este satélite es experimentar con la comunicación cuántica –basada en cambios de estado de partículas subatómicas como los fotones– que en la práctica podría tener dos grandes usos: un sistema de transmisión de datos más rápido que los actuales e imposible de interceptar, y la mencionada teleportación.

Esta última investigación se basa en el concepto de «cuantos entrelazados», según el cual dos fotones ligados entre sí reproducen sus cambios cuánticos –por ejemplo, si uno es girado el otro también– aunque estén a larga distancia (teóricamente, incluso en dos extremos opuestos del universo).

El equipoque desarrolla estos experimentos, dirigido por el físico cuántico Pan Jianwei y el ingeniero espacial Wang Jianyu, ha conseguido comprobar esto en tierra, a distancias de 100 kilómetros, pero a través del Quess intentará demostrar esta posibilidad a mayores distancias, superiores a los mil kilómetros. «La teleportación parece magia, pero puede convertirse en algo tan simple y común como la televisión en el futuro», aseguró el ingeniero Wang al South China Morning Post.

Comprobar las posibilidades del teletransporte no será sencillo, y para ello el satélite y los centros de control de éste, en Pekín, Xinjiang y Tíbet, deberán transmitir fotones con una precisión de relojero.

Los controladores del Quess tendrán que mostrar su mejor puntería para enviar fotones desde el aparato, que orbita a 500 kilómetros de altura, a un telescopio en la Tierra con apenas un metro de área. Igual dificultad tendrá el proceso inverso, en el que el satélite deberá interceptar fotones enviados desde la superficie terrestre mientras orbita a una velocidad de entre 7.000 y 8.000 kilómetros por hora.

El estudio de la teleportación es atractivo, pero tanto o más importante es que la nueva misión contribuya al desarrollo de una comunicación cuántica basada en fotones que sería imposible de interceptar por espías o piratas informáticos, a diferencia de la convencional, basada en electrones.

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