El expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, señala que la ley de amnistía aprobada este miércoles en el Congreso de los Diputados «corrige un error» que permite una negociación entre Catalunya y el Estado «desde una cierta igualdad de condiciones y sin la amenaza de la represión». En un mensaje institucional emitido este jueves a través de sus redes, el hasta ahora eurodiputado de Junts ha defendido que la amnistía es la prueba de que «hay que mantener la posición y saber aprovechar las oportunidades». Si bien Puigdemont ha reconocido que el camino que le queda por recorrer a la ley «no es precisamente un camino de rosas», ha subrayado que hoy «se han quitado las espinas de los pies que impedían avanzar».
En línea con las declaraciones de otros dirigentes independentistas, el expresidente ha calificado la aprobación de «hecho histórico» en el «largo combate existente y no resuelto entre Catalunya y el Estado». En su discurso, Puigdemont ha destacado que la amnistía es una voluntad de los catalanes «expresada a través de su Parlamento» y que representa «legítimamente al pueblo de Catalunya».
Al mismo tiempo, ha querido recordar que hace menos de un año el PSOE «se negaba rotundamente y descartaba la amnistía de manera tajante».
«Lo que hace posible que el Congreso haya votado a favor de esta ley no es ni la voluntad de los partidos españoles, ni la de una parte minoritaria de la sociedad catalana; ha sido la voluntad obstinada del pueblo de Catalunya de hacer respetar sus decisiones, lo que algunos definimos como mantener la posición y que permitirá devolver a la política lo que nunca debería haber salido de ella», ha reivindicado.
Después de mencionar los más de seis años y medio viviendo en el exilio, Puigdemont ha querido poner en valor su lucha desde Bruselas. «La estrategia de la muerte civil a la que nos querían condenar hoy ha sido combatida con nuestra fuerza; sin ella, hoy no estaríamos aquí», ha afirmado.
Finalmente, el expresidente ha expresado su reconocimiento a los «miles de ciudadanos que sufren la represión por su paciencia y comprensión» y a su lucha «siempre en la defensa de un objetivo común, que es la independencia del país».