Carles Pellicer: 'Al ver a los alcaldes, se me pusieron los ojos llorosos'

Los alcaldes de Reus, Tortosa, Valls y Vila-seca, presentes ayer en Barcelona, se sienten 'orgullosos' de la unidad mostrada en apoyo a Mas pero 'tristes' de que tuviese que declarar

19 mayo 2017 21:31 | Actualizado a 22 mayo 2017 12:10
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Los alcaldes convergentes de Reus, CarlesPellicer; Tortosa, Ferran Bel; Valls, Albert Batet; y Vila-seca, Josep Poblet, fueron algunos de los ediles que estuvieron ayer en el acto de apoyo al President de la Generalitat, Artur Mas. Los cuatro vivieron el «histórico» momento con una mezcla de sentimientos y coinciden en rechazar que la concentración quisiese presionar a la Justicia en favor de Mas.

«Ha sido un día de emociones. Una extraña contradicción:el tono festivo con que lo hemos vivido cuando en realidad es un día teñido de dramatismo impropio de un país avanzado como el nuestro. Te preguntas qué hace un President declarando por haber puesto las urnas. Es un sentimiento muy extraño», relataba ayer Josep Poblet, también presidente de la Diputació de Tarragona.

‘Es un sentimiento agridulce’

El alcalde de Tortosa, Ferran Bel, coincide con Poblet: «He tenido un sentimiento agridulce. Por un lado, pena de que como país nos veamos en una situación de que un President tenga que declarar como imputado. Es algo desagradable. Pero también orgullo ante la respuesta:éramos 500 alcaldes dándole apoyo.Mucha gente nos agradecía el gesto. Supone un gozo y una alegría ver cómo ha respondido el país».

Para el alcalde de Valls, Albert Batet, «ha sido emocionante ver un pueblo unido defendiendo el derecho a decidir». Batet lamenta que «un Estado, ante un proceso de participación ciudadana, encause al President, la vicepresidenta y una consellera. Es una pena pertenecer a un Estado, como el español, que es capaz de judicializar una cuestión política que tienen que decidir los catalanes y las catalanas».

El más emotivo de los cuatro fue el alcalde de Reus, Carles Pellicer. Preguntado sobre qué sintió, la voz se le quebraba: «Cuando he visto que 400 alcaldes, desde el pueblo más pequeño al más grande, se habían trasladado para apoyar a un President al que se le está haciendo una injusticia, se me pusieron los ojos llorosos. Me he emocionado emotivamente. Me he tenido que contener. Había muchos ciudadanos de Reus que habían ido a Barcelona a apoyar a Mas, Rigau y Ortega, que pusieron en valor un acto democrático. No sé cómo es posible qué pase esto en esta época en que hablamos de libertad».

Para Poblet, (el acto de apoyo a Mas) fue «de una profunda institucionalidad. Cumplir lo que te han encomendado tus vecinos te emociona, alzar la vara de mando como símbolo de esa legitimidad, no del poder, sino de la autoridad».

El alcalde de Vila-seca sostiene que no hubo presión alguna a la Justicia: «No fue un acto de rebeldía contra el estamento judicial sino un acto de afirmación del poder institucional de un país que, de una manera amplia y mayoritaria, envía un mensaje al Gobierno del Estado para que reaccione de una vez».

Según Poblet, «la judicialización no es el camino de la política. La política tiene otros caminos:el diálogo, la democracia, la expresión en las urnas. Ese es el camino sacralizado en las democracias modernas y avanzadas».

Bel asegura que «los que estuvimos allí en ningún momento quisimos presionar a los jueces. No se oyó ninguna palabra, ni gritos ni cánticos contra el Tribunal. Simplemente quedaríamos dar apoyo al President».

El alcalde de Tortosa va más allá: «El problema es que algunas instituciones del Estado español ven este proceso (el soberanista) como un proceso ‘en contra de’

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