Con toda probabilidad, si se busca, en muchos sitios se encontraría. Pero de momento está confirmada la presencia de la Hyalomma lusitanicum en 30 municipios del área de Barcelona y en Bellvei, según un seguimiento realizado en verano del pasado año.
La Hyalomma lusitanicum es una garrapata que hasta ahora no tenía presencia en Catalunya pero que muestra una acelerada expansión. El principal problema es que con su picadura puede provocar la enfermedad de la fiebre hemorrágica Crimea-Congo, que puede resultar muy grave, por lo que deben tomarse precauciones y realizar seguimientos.
El catedrático de Parasitología Animal de la Facultad de Veterinaria de Zaragoza, Agustín Estrada-Peña, explica que una causa de la proliferación de esta garrapata es la cada vez más masiva presencia de jabalíes y conejos, hospedadores del insecto.
Comportamiento
El descubrimiento de esta garrapata comenzó el pasado año en la zona del barrio de Padralbes de Barcelona, cuando se observaron numerosos ejemplares correteando por la acera.
La proliferación podría ser por las elevadas temperaturas, pero en todo caso ese comportamiento tan activo es inusual porque el insecto suele apostarse en arbustos o ramas a la espera de que pase algún animal para adherirse.
Pero estas garrapatas buscan a sus presas y las siguen para picar y chupar la sangre. Cuando detectan el CO2 del aliento o el calor corren hacia la presa.
Campos
Comenzó a realizarse un trabajo de campo y se observó una gran expansión que llegó a Bellvei, donde hubo una prolilferación el pasado junio en campos de la zona y que afectó a la actividad escolar.
Estrada-Peña señala que el calor puede favorecer la proliferación de esta garrapata, por lo que estará extendida por toda la zona mediterránea. En cambio el frío no es la mejor condición para su asentamiento. Por ello a más de 700 metros de altura tendría poca supervivencia.
La principal preocupación es que la especie puede llegar a trasmitir la fiebre hemorrágica Crimea-Congo. En 2016 hubo el primer fallecido en España por la picadura de Hyalomma. Y es que el insecto ‘huele’ y va en busca de presas donde hospedarse. El catedrático de Parasitología Animal explica que los principales hospedadores de la garrapata son ahora mismo los jabalíes que cada vez se adentran más en zonas urbanas.
Para su control, ante la dificultad de la eliminación y el tratamiento, el experto sugiere monitorizar las zonas para avisar a los vecinos de que tomen medidas de precaución. Pero también recomienda un control de los hospedadores para mantener sus poblaciones sin que haya un incremento de individuos que su vez favorezca la extensión de la garrapata. En todo caso, señala que ya se han activado los seguimientos en diversas zonas.
Entre las precauciones que deben tomarse para evitar ser víctima de este insecto está ir bien calzado y vestido cuando se va a la montaña, evitando pantalones cortos y sandalias o calzado abierto y hay que caminar por la parte central de los caminos.
Asimismo, es recomendable usar ropa de color claro, ya que es más fácil observar si hay alguna garrapata adherida. También es bueno utilizar repelente incluso sobre la ropa.
Es aconsejable al regresar a casa desvestirse dentro de la ducha por si cae algún ejemplar de garrapata y explorarse axilas, ingles y piernas. Si se observa una peca que no se tenía, comprobar que no se trata de la garrapata. A esta se la ve mover las patas.
Aceite
En el caso de tener alguna adherida al cuerpo (muerden y es difícil arrancárselas), debe retirarse con unas pinzas muy finas y afiladas (de relojero. Las de depilar no son finas).
Para retirarlas de la piel puede verterse sobre ella un par de gotas de aceite de uso doméstico para facilitar la extracción y usar las pinzas procurando que la garrapata salga entera. Y realizar la operación con guantes. También debe valorarse acudir a un centro de salud si se observa tener adherida alguna garrapata.
A pesar de que están asociadas a las picaduras a perros y otros animales, las garrapatas también pueden agarrarse a la ropa y llegar a la piel de una persona.
Es entre mayo y octubre cuando las garrapatas están más activas. La proliferación de la especie tiene la ayuda de la calidez del clima con cada vez más meses de calor. Y siempre por el incremento del número de jabalíes.
Al agarrarse a la piel inoculan un anestésico que hace que la víctima no perciba la picadura. En un primer momento son muy pequeñas y por tanto prácticamente no se ven. Sin embargo pueden estar adheridas durante un periodo que puede llegar hasta una semana y llegar a un tamaño de un centímetro.
La fiebre hemorrágica de Crimea-Congo preocupa por su elevada mortalidad y porque actualmente no hay vacuna. Puede trasmitirse por la picadura de una garrapata infectada con el virus o por los fluidos y las secreciones de la persona enferma. Produce grandes hemorragias en todo el cuerpo, hay expectoraciones, sudor... Puede ser mortal en pocos días.