Este viernes han entrado en funcionamiento las cámaras del semáforo de la N-340 a su paso por L’Arboç.
Esas cámaras se disparan cuando un conductor se salta el semáforo en rojo. El dispositivo está en el paso de cebra y el objetivo es dar seguridad a los peatones y que los conductores moderen la velocidad y paren con el semáforo en rojo.
La presencia de las cámaras está señalizada con anterioridad a la llegada al semáforo para que los conductores sepan de su existencia.
Los vecinos de L’Arboç advierten de que es habitual que haya conductores que se salten el semáforo en rojo. La velocidad se ha logrado mínimamente reducir por las campañas del radar que ya impulsa el Ayuntamiento a lo largo de la travesía de la N-340.
Quejas
L’Arboç llevan años denunciando el riesgo de la N-340 que pasa por el centro del pueblo. Son más de 25.000 coches diarios con lo que supone de humos, ruidos y peligro a la hora de cruzar la carretera. La velocidad en la travesía está limitada a 40 Km/h.
Estos dispositivos son cada vez más habituales en zonas de mucho tránsito y con cruces de peatones. Captan la imagen antes de la línea de detención con el semáforo en rojo y otra atravesando el paso con la señal todavía en ese color.
Nocturnas
En ambas fotos se lee la matrícula. Además cuenta con cámara de infrarrojos para horas nocturnas. Las fotos sólo se toman con el semáforo en rojo. Con luz verde o ámbar no funciona.
La norma prevé que para que la sanción sea válida debe incluir dos fotos: la de antes de la línea de parada con el semáforo en rojo y de traspasarla con la señal en el mismo estado. En la posible casuística, si se cruza para dejar pasar a un vehículo de emergencia no debería multarse.
