La pasión por montar pesebres comenzó hace años en Felix Villazán, vecino de La Bisbal del Penedès. Hace ya dos décadas la Navidad le pilló ingresado en el hospital de Santa Tecla de Tarragona y decidió que para entretenerse y alegrar algo a los ingresados podría montar un Belén. En la quinta planta, recuerda.
La incitativa tuvo un gran atractivo. Ingresados y familiares acudían a ver esa creación.
«Después durante años me llamaban por si podía ir a montar un Belén por Navidad», explica Villazán. Y así hizo durante unas temporadas.
En el ejército
«También en el ejército era el encargado de montar esas escenas» que daban algo de calidez navideña en el cuartel y permitía sentirse algo más cerca de casa.
Ahora son los vecinos de la urbanización de La Miralba quienes cuando se acercan las fechas navideñas preguntan a Félix cómo será en pesebre de este año.
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El vecino lo imagina y prepara con antelación. Al mínimo detalle. Y cada tarde, durante unas horas se dedica a crear esa imagen. «Han sido unas 15 horas de trabajo», explica.
Son siete metros lineales de pesebre con luces, agua, el caganer y todos los detalles. Incluso hay una recreación del local social de La Miralba, en la que cuelga una foto de la alcaldesa Agnès Ferré.
¿Y esa foto? «Por las acciones de la alcaldesa para mejorar a urbanización», dice Villazán.
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Cada año intenta hacerlo más grande y con más detalles. «Quise ponerlo en el exterior», explica, pero los vecinos le aconsejaron que siguiera e el interior del local.
Son muchos los vecinos de todo el municipio que acuden a ver el pesebre y que encuentran detalles que lo hacen personal.