Vuelve la polémica con las ambulancias en Tarragona: Facua reclama al Govern que refuerce un servicio “deficiente”

La entidad reclama a Salut que tome medidas para mejorar el servicio que actualmente presta Ambulàncies Egara tanto en el Camp de Tarragona como en Lleida

Facua ha reclamado al Govern que tome “medidas urgentes ante el deficiente servicio” que consideran que presta Ambulàncies Egara, la empresa concesionaria del transporte sanitario en el Camp de Tarragona y en las comarcas de Lleida. La entidad ha puesto sobre la mesa que Salut estudie la rescisión de la concesión en caso de que se certifique que la empresa incumple el acuerdo firmado y ha recordado que ya fue multada “sin que haya servido de nada”.

El comunicado llega después de que Segre haya publicado que el Sistema d’Emergències Mèdiques ha abierto un expediente a Ambulàncies Egara porque una paciente de 99 años tuvo que esperar más de 23 horas para ser trasladada en ambulancia desde el hospital Arnau de Vilanova de Lleida hasta su domicilio.

Facua ha lamentado que “haya tenido que producirse este triste episodio para que, de una vez por todas, se empiece a investigar qué está pasando con el transporte sanitario que presta esta concesionaria”.

Sin poder hacerse una prueba en Tarragona

Isabel, una mujer de 77 años y vecina de Tarragona, explicaba el pasado febrero de 2024 cómo se quedó sin poder hacerse una endoscopia por culpa del retraso de la ambulancia. «Me tenían que venir a buscar a las cuatro de la tarde, y no llegó hasta las seis y media. Cuando llegué al hospital, ya me había pasado la hora y no me la pudieron hacer. Volví a casa en taxi», explica. Isabel no puso queja. «¿Qué voy a ganar denunciando? Nada. No quise perder más el tiempo», añade. Los trabajadores de las ambulancias Egara aseguran que lo de Isabel pasa a menudo y que la causa es el mal funcionamiento del servicio no urgente.

El mal funcionamiento del servicio implica que algunos usuarios pierdan la cita del médico y que el hospital se vea obligado a reprogramarlo. «Hay casos en los que el paciente se queda sin poder operarse porque no hemos llegado a la hora», aseguran desde el comité de la empresa Egara. «En estas circunstancias, los pacientes cargan contra nosotros. Encima de vivir con presión y estrés, tenemos que comernos broncas y desplantes», añaden los trabajadores, quienes aseguran que les han puesto más de una multa por ir a más velocidad de la permitida.