«Vivimos con la preocupación de que vuelva a ocurrir lo mismo»
Los afectados por el temporal se recuperan lentamente y los barrios más damnificados piden medidas y actuaciones de prevención
Tarragona se va recuperando poco a poco del temporal que descargó 160 mm de agua la tarde de Santa Tecla. Aunque las principales afectaciones se arreglaron con celeridad, como el asfalto que la tromba arrancó en la calle Josep Ras i Claravalls, en la Vall de l’Arrabassada, hay otros desperfectos que, como ya se dijo desde un primer momento, tardarán meses en arreglarse, como es el caso del muro de la Escola el Miracle que se derrumbó.
Los representantes vecinales de los barrios más dañados por la tormenta aseguran que los particulares van arreglando los perjuicios en sus propiedades, a la vez que lamentan la incertidumbre ante la posibilidad de que se repita un hecho parecido. «Vivimos con la preocupación de que vuelva a ocurrir lo mismo, que se acumulen tantos litros de agua en cuestión de horas, algo que con el cambio climático es cada vez más probable», asegura el presidente de la Associació de Veïns de la Vall de l’Arrabassada, Josep Maria Bertran, que desde la entidad pide que se limpie el barranco de Terres Cavades y el de la Budallera, que se construyan muros de contención para evitar que las calles se vuelvan a convertir en ríos con agua bajando con tanta fuerza y que se creen también canalizaciones que permitan evacuar tantos litros directamente al mar.
Sobre esto, el Ayuntamiento de Tarragona asegura, por un lado, que ya se ha encargado un estudio hidráulico para toda la zona de la Budellera, para conocer el comportamiento de los aguaceros por el barranco. Por otra parte, el consistorio defiende que las lluvias de ese día tienen un período de retorno de 200 años y, por tanto, no se pueden realizar inversiones de tanta magnitud como grandes canalizaciones.
Paralelamente, Belén Marrón, presidenta de la Associació de Veïns de Cala Romana considera que el Ayuntamiento de Tarragona podría haber hecho una gestión «muy mejorable». «Hemos visto que ha habido voluntad, pero podrían haber actuado con una mayor celeridad», lamenta. Desde el barrio pidieron que se declarara como zona catastrófica, pero el consistorio no la solicitó porque «no se dieron las circunstancias de alteración sustancial de las condiciones de vida ni de daños graves a afecten a una colectividad», es decir, que las daños del temporal no conllevaron el nivel mínimo de catástrofe que lo justifica.
Quien tardará por lo menos tres o cuatro meses en recuperar la normalidad previa a Santa Tecla es la Escola el Miracle, donde cedió el muro que da a la pista de fútbol del patio. Justo el pasado lunes los servicios técnicos municipales, la dirección del IMET y el concejal de Educació se reunieron con la dirección de la escuela y representantes del Consell Escolar para exponer las novedades en cuanto a la evolución de las obras. La idea es reparar la pared y construir un muro de contención para evitar futuros desprendimientos.
Desde el consistorio aseguran que «estamos trabajando en equipo con la coordinadora de seguridad de las obras, el responsable de prevención de riesgos del Departament de Educació y la coordinadora de riesgos de la escuela», y también se ha aportado el material necesario para que los alumnos puedan continuar con las extraescolares.