Vecinos y comerciantes de Tarragona se oponen a la nueva zona verde
Desde la Vall de l’Arrabassada están recogiendo firmas para parar la medida. En el entorno hospitalario la iniciativa ha generado disparidad de opiniones
La zona de aparcamiento regulada vecinal ya cubre prácticamente todo el entorno del Hospital Joan XXIII. A estas 1.100 plazas, pronto se le sumarán otras 400 en la Vall de l’Arrabassada, según confirmó el alcalde de Tarragona, Rubén Viñuales. La medida ha sido fuertemente criticada por los vecinos y comerciantes del barrio, quienes aseguran que «el gobierno ha tomado esta decisión sin consenso ni soluciones alternativas».
El tejido comercial se ha sentido especialmente atacado, desde la asociación Centre Comercial Vall de l’Arrabassada han iniciado una recogida de firmas para mostrar con datos el rechazo que produce la medida.
La presidenta de la entidad, Mireia García, asegura que «la zona blanca es una de las pocas ventajas competitivas del barrio», el cual no cuenta con la actividad y dinamización característica del centro.
El edil afirmó el pasado martes que «se estaban estudiando las reclamaciones de la entidad comercial», abriendo la puerta a bonificar parte del precio del aparcamiento a clientes y trabajadores. No obstante, la presidenta de la asociación asegura no haber recibido «ninguna llamada del equipo de gobierno». García expresa que sus sensaciones son que «pintarán la zona verde sin dar derecho a réplica».
Según afirma la presidenta, la recogida de firmas ha conseguido llamar la atención de los vecinos. Mediante esta acción quieren desmentir la versión del Ayuntamiento que afirma que «la zona verde es una reclamación vecinal».
Desde la Associació de Veïns de l’Arrabassada se posicionan «completamente en contra de esta medida». Su presidente, Josep Maria Bertran, explica que el Ayuntamiento presentó la resolución sin «pedir la opinión al vecindario».
Los vecinos tampoco ven esperanza en que la medida pueda echarse atrás. Bertran asegura que el gobierno municipal «no está teniendo diálogo sino un monólogo».
El entorno del Hospital Joan XXIII no ha quedado tampoco exento de polémica. Desde la Associació de Veïns Parc Francolí han querido desvincularse de los comentarios del alcalde que afirmaban «crear estas plazas en respuesta a una voluntad vecinal».
Roser Barrio, secretaría de la entidad vecinal, mantiene que «la comunicación se hizo mediante una reunión de urgencia donde no se dio pie a la opinión de los vecinos». Ahora consideran que las palabras del edil «han hecho que muchos residentes se pongan en contra de la asociación».
Para Barrio, esta iniciativa solo responde a «un afán recaudatorio» y asegura que supondrá un problema para los trabajadores de la zona. Desde la asociación consideran que «se podrían haber pintado solo algunas calles, pero han decidido no dejar una sola zona blanca».
Esta opinión contrasta con la de otra asociación vecinal de la zona, la de Carrer Goya. Desde el entorno de la prisión, donde se ubican la mayoría de pisos sin parking de la zona, ven con buenos ojos esta medida.
El actual presidente, Toni Villalobos, afirma que «esa zona se había convertido en el aparcamiento de media Tarragona» y considera que la medida «beneficiará a los residentes». La rotación de coches en las calles colindantes a Goya era una cuestión que se había reclamado desde hace tiempo por la entidad vecinal.