Retiran la custodia de su hijo a una madre de Tarragona por su adhesión a una secta

La mujer prioriza «sus creencias al bienestar del hijo». Pone en riesgo la salud del menor por obsesionarse con un grupo que habla del fin del mundo

El informe del Equip d’Atenció a la Infància i l’Adolescència (EAIA) es directo: «La madre está muy centrada en sus creencias religiosas y acostumbra a priorizarlas al bienestar integral de su hijo». Y más: «La madre no cubre las necesidades médicas de su hijo, negándose a seguir el tratamiento médico prescrito por un médico especialista, lo que supone grave riesgo para la integridad física del menor». Obsesionada con una secta mexicana llamada ‘Gozo y Paz’, con elevado potencial de difusión en internet, esta mujer de Tarragona ha acabado perdiendo la custodia de su hijo en favor de la abuela, por dejarle en situación de «desamparo».

La Direcció General d’Atenció a la Infància i l’Adolescència (DGAIA) lo argumenta por la «constante falta de empatía de la madre con el hijo, a quien corrige constantemente, provocándole mucha angustia y disgusto».

La resolución indica que «el menor se muestra incómodo ante las manifestaciones de la madre sobre determinados aspectos de sus creencias». Una sentencia de la Audiencia Provincial de Tarragona relata las consecuencias que sufría el menor por prácticas como la «no medicación», el visionado de vídeos sobre la secta Gozo y Paz, el «acopio de alimentos por temor a que el mundo morirá y otra parte va a sobrevivir». Todo ello acabó provocando «falta de atenciones escolares» y «ausencia de socialización del menor». La progenitora incluso decía al niño que iba a «llevárselo al desierto para concertar un encuentro con su dios». El menor incluso resultó afectado por incontinencia.

«Sufrimiento emocional»

La pérdida de custodia no parecía suficiente y la situación fue tan extrema que las dos horas a la semana que pasaba con su madre le provocaban al menor, de 12 años, tal desasosiego que la justicia decidió reducir el régimen de visitas a una hora cada 15 días.

La situación se volvió cada vez más complicada. Los informes de Infància añaden, además, que «la abuela materna y su pareja se habían hecho cargo del menor desde que nació. Son sus referentes y figura de apego, así como también los encargados de cuidarlo y de preocuparse por su bienestar». Además, «la relación entre la madre y la pareja de la abuela materna no es buena y hacía que el menor se encontrase inmerso en un conflicto entre adultos, que le suponía sentirse cohibido durante la convivencia con los miembros de la unidad familiar y le generaba un sufrimiento emocional».

Expone la sentencia de la Audiencia Provincial que las manifestaciones entorno a ese esfera religiosa, «recogidas en el atestado policial por la denuncia de la abuela materna y puestas en boca de su hija, generan malestar en cualquier persona adulta que las escuche y son inapropiadas para que la madre se las comente a un niño de 12 años».

El juez los califica de «secta»

El juez califica de «secta» en diversas ocasiones a Gozo y Paz. No juzga ni condena este tipo de prácticas pero sí se posiciona en tanto los efectos que provocan sobre el menor: «Que los hechos no sean constitutivos de delito no quiere decir que no tengan relevancia en otros ámbitos como el que nos ocupa».

Más recientemente, la madre intentó que la justicia apoyase su decisión de no tratar la enfermedad de su hijo con la medicación prescrita por médicos. Un auto, también de la Audiencia Provincial de Tarragona, describe que la progenitora presentó un informe médico sobre la salud del chico, para intentar demostrar que la carbamazepina era incompatible con la enfermedad del niño, aquejado de epilepsia. El tribunal establece que el propio facultativo que elaboró ese informe «carece de entrada de los elementos suficientes para determinar si realmente el medicamento es o no perjudicial para el menor, lo que debilita en gran medida a las conclusiones alcanzadas».

De ahí que la Audiencia indique «el menor ha sido asistido por diversos facultativos y ninguno de ellos ha decidido retirar la medicación, sino todo lo contrario, es decir, seguir con lo pautado por neurología y de las pruebas complementarias que se realizan al menor nunca se deriva la consecuencia del perjuicio del medicamento cuestionado». El juez concluye que «en modo alguno ha quedado acreditado que exista un daño para la salud del menor». Previamente, el pequeño ya había tenido incluso que llegar a ser ingresado en el hospital debido a una crisis epiléptica.

Pero, ¿qué es realmente Gozo y Paz? Luis Santamaría, teólogo y miembro de la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES), reconoce que «desconocía su presencia en España». En su reciente libro A las afueras de la cruz. Las sectas de origen cristiano en España (BAC Editorial), analiza 99 sectas que proceden del cristianismo, después de cinco años de investigación exhaustiva. «Ni mucho menos llego a abarcar todas las que hay en este ámbito concreto. Una prueba es que, aunque conocía la existencia de la Kehila Mesiánica Gozo y Paz, no sabía que estuviera implantada en España (aunque sí conocía casos particulares de seguidores ‘a distancia’)», explica este experto.

Se trata, pues, de una comunidad con un arraigo en España muy puntual pero con «un potencial bestial en Latinoamérica, capaz de un alto grado de fanatismo» y una filosofía también particular: «Este grupo se enmarca en una corriente nacida en el siglo XX de los llamados ‘judíos mesiánicos’: personas a medio camino entre judaísmo y cristianismo. Se sienten judíos, parte del antiguo pueblo de Israel, pero a la vez reconocen a Jesús como el Mesías».

«En clave conspiracionista»

Santamaría destaca un «tono bastante apocalíptico, que los hace ir aislándose del resto de la sociedad, con lecturas alternativas, también en clave conspiracionista. También son acusados de intentar el distanciamiento de los menores de la escolarización».

«Es imposible conocer el número exacto de adeptos, pero su página de Facebook –sigue Santamaría– supera los 400.000 seguidores y su canal de YouTube (Shalom132) se acerca a los 900.000 suscriptores (con casi 3.000 vídeos), cuando tiene una sola sede física, en Tehuacán (Puebla, México), en una simple nave que puede acoger a unos pocos cientos de personas».

La difusión 2.0 es vital. «Tienen emisora de radio digital. Dan gran importancia a las nuevas tecnologías y las redes a la hora de hacer llegar su mensaje a la gente, por lo que se trata de su principal plataforma de proselitismo y captación», explica este investigador sobre un grupo que no figura en el Registro de Entidades Religiosas, del Ministerio de Justicia.

Santamaría explica que «en octubre de 2012 la Kehila Mesiánica Gozo y Paz de Barcelona abrió un blog en Internet, pero solo cuenta con dos publicaciones de entonces: el ‘Quiénes somos’ y una llamada a escuchar su radio por internet». «Son muy interesantes los comentarios, donde personas que viven en España preguntan por la posibilidad de asistir a los cultos en sus poblaciones. Hasta residentes en Canadá y EEUU llegan a preguntar si hay alguna congregación mesiánica en la que poder celebrar el Shabbat cuando viajen a España», zanja Santamaría.

Juantxo Domínguez, presidente de la entidad RedUNE.

«España necesita tener ya una ley contra las sectas»

Juantxo Domínguez es presidente de la Red Prevención Sectaria y Abuso de Debilidad (RedUNE)

Dice que en España hay más sectas de las que creemos.

Hasta ahora los casos salían de manera anecdótica, porque tocaban a alguien, pero ahora estamos viendo que cualquier puede verse dentro. Por eso lo estamos tratando a nivel legislativo.

¿En qué sentido?

Estamos impulsando una propuesta, de forma que vamos a entregar 300.000 firmas al próximo gobierno, como culminación de un proyecto en el que trabajamos, desde el punto de vista académico, y también judicial, porque ya hay jurisprudencia y el propio Supremo ha dicho que hay que legislar al respecto.

¿Por dónde empezaron?

Siempre ha habido un debate. Los afectados, las víctimas, se tenían que rehabilitar y después denunciar, pero mientras tanto ¿quién le pone el cascabel al gato? Igual entonces han pasado dos o tres años y los culpables pueden irse de rositas. Y para denunciar es complicado. Vencer el miedo a salir, y superar todos los chantajes y amenazas que puede haber por medio es muy complicado.

¿Qué pretenden?

La base principal es introducir la persuasión coercitiva en el Código Penal. Es el delito de coacciones pero mucho más desarrollado y más concretizado. Si tenemos eso, un colchón legislativo, haremos que muchos más afectados den un paso adelante. Ahí hablamos ya de cuestiones como el control de las personas o la limitación de la libertad. En España hace falta ya una ley así.

Las redes sociales lo amplifican todo.

Claro... a la pregunta de cuántas sectas hay en España es imposible responder, tantos como perfiles en redes que puedan captar. Personas en España que siguen a un grupo de Perú, o de Londres. La red es el medio idóneo de transmisión y de reclutamiento o de captación. Es un campo muy variopinto, que tiene que ver también con las prácticas paralelas a la psicología y al esoterismo. Parte de la responsabilidad es de los colegios profesionales, que no se han puesto las pilas contra ese intrusismo.

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