Una docena de personas ‘malviven’ desde hace un año en el parking del Serrallo
Los usuarios se quejan por la inseguridad y la suciedad que generan. La empresa concesionaria del aparcamiento asegura haberlo hecho todo para intentar que se vayan
Un grupo de entredoce y trece personas malviven, desde hace casi un año, en el interior del parking del serrallo, ubicado justo antes de los tinglados. Colchones, almohadas, sillas, mantas y un largo etcétera, invaden el espacio. Han convertido el lugar en su hogar. Cocinan, duermen, charlan y hasta hacen sus necesidades. Los usuarios aseguran sentirse inseguros e incómodos con la presencia de estos chicos, la mayor parte de ellos adolescentes. La empresa concesionaria del aparcamiento lleva meses intentando solucionar el problema y ya no saben qué hacer más. En última instancia, los responsables han pedido la colaboración policial para poner fin a la situación.
La historia se remonta a hace casi un año, cuando la empresa propietaria del parking del Serrallo, APK2, detectó que había un grupo de jóvenes viviendo en el interior de sus instalaciones. Ya en ese momento, el pasado mes de abril, pidieron una reunión con la Policia Portuària para resolver el tema. Desde entonces y hasta ahora, los diferentes cuerpos policiales han acudido al lugar unas veinte veces como mínimo. «Nos dicen que no pueden hacer nada. Desde un punto de vista legal, no pueden echarles», explican fuentes oficiales de la empresa, quienes también se pusieron en contacto con servicios sociales y con otras entidades del ámbito social para buscar una solución para los chicos. «Les ofrecieron una opción de albergue, pero no han querido irse», comentan desde la empresa.
La presencia de estas personas preocupa a los usuarios. Judit Sas guarda su coche en el parking del Serrallo desde hace años. Asegura que estos chicos «no increpan a nadie, pero nos sabe mal que estén viviendo en estas condiciones», explica Sas, quien asegura que, en más de una ocasión, les ha ofrecido ayuda. Pau Lucas, otro usuario, dice que a él sí que le generan incomodidad. «No es que me molesten, pero no es agradable encontrártelos por la noche. Yo voy solo, y ellos son un grupo», asegura Lucas, quien añade que «por no hablar del olor a pipí que tenemos que aguantar al dejar el coche».
La propietaria del parking asegura que, a raíz de la presencia de estos jóvenes, el número de abonados y de clientes han bajado considerablemente. Parece ser que las reseñas y comentarios en Google no les ayudan. Los vigilantes del aparcamiento intentan acercarse lo mínimo posible a ellos, ya que, en alguna ocasión, se han puesto agresivos.
La empresa propietaria del parking explica que la situación está generando mucha insalubridad en el espacio, convirtiendo el tema en un problema de salud pública. Y es que los jóvenes orinan y hacen sus necesidades en el mismo parking. En alguna ocasión, además, también cocinan. La empresa ha contratado extra de servicio de limpieza para limpiar más a menudo y que los usuarios no noten tanto el olor. «Nos preocupa porque orinan cerca de un cuadro eléctrico. Un día pasará alguna cosa y luego nos lamentaremos todos», dicen desde la empresa.
La propietaria del parking asegura haber hecho todo lo que estaba en sus manos para solucionar la problemática. Por su parte, los chicos prefieren no hablar ante los medios.
El Port está al caso
La empresa APK2 es la concesionaria del aparcamiento, que se encuentra en territorio del Port de Tarragona. Desde la institución aseguran que el responsable de la Policia Portuària se ha reunido hasta en dos ocasiones con la empresa para abordar el tema. Además, el cuerpo ha dado cobertura en dos o tres actuaciones para comprobar si las personas sintecho generaban factores de riesgo o de inseguridad. El Port también ha informado a los jóvenes sobre las posibles alternativas para solucionar el problema.
La Policia Portuària ha aconsejado a la concesionaria que cierre un día o unas horas para poder hacer el mantenimiento y la limpieza. Hace dos semanas, la empresa propietaria solicitó a la dirección de Domini Públic del Port que se instalara un contenedor para poder tirar los colchones y las mantas, y también pidió la colaboración policial. Por su parte, la Portuària se compromete a dar apoyo en el ámbito de la seguridad en el momento de sacar los objetos.
Serveis Socials intenta captarlos
Tanto el Ayuntamiento como la Guàrdia Urbana está al tanto de esta situación. Tanto es así que desde Serveis Socials, y a través de la iniciativa Educadors de Carrer, se les ha ofrecido a estos jóvenes ‘ocupas’ un alternativa habitacional temporal, además de asistencia al Punt d’Assessorament de Persones sense sostre. La oferta siempre ha sido rechazada. Según explican fuentes municipales, a finales del año pasado, las personas que vivían en el parking del Serrallo eran entre cuatro o cinco. Ahora, el tema se ha agravado, triplicando el número de personas.