¿Un nuevo ente territorial entre el municipio y la Generalitat?

Diputació y URV lideraron hace 4 años el proyecto de Regió, que requería de cambios legislativos y que pretendía dotar de más poder a las regiones. ¿El problema? Chocaba con la voluntad del Govern para desplegar las veguerías

La esperada Regió del Coneixement aceleró y tomó protagonismo a mediados de 2018. Lo hizo por la vía de la administración pública, de la mano de Francesc Xavier Grau (URV) y Josep Poblet (Diputació). La idea fundamental era clara: con la vista puesta en Trentino (Italia) y Tampere (Finlandia), el objetivo era dotar, con cambios legislativos, de más competencias de «planificación y desarrollo» a un nuevo ente situado entre el municipio y la autonomía para compensar «el vacío evidente que existe en la toma de decisiones sobre lo que afecta a la ciudadanía más allá de las competencias municipales», según se indicó hace cuatro años.

De hecho, el esqueleto de este nuevo organismo público tenía hoja de ruta: que fuera la Diputació la que pusiera la estructura administrativa, que se llamaría Consell de Regió y que contaría también con las competencias en materia de Planificació y Desenvolupament Regional, además de lo previsto para las veguerías. Este último detalle tampoco pasó desapercibido, ya que la esperada Regió del Coneixement chocaba con la organización territorial catalana prevista en el Estatut aprobado en 2006. Sobre ello, Francesc Xavier Grau, que fue rector de la URV, llegó a calificar las veguerías como de «centralistas e insuficientes». De momento, cuatro años después, lo cierto es que no hay ni Regió ni Vegueries...

Pese a la complejidad para compaginar ambas estructuras, lo cierto es que el proyecto de Regió generó consenso, hasta el punto de que el propio Govern de la Generalitat abrió la puerta para dotar de más competencias al ente territorial. «La propuesta de la URV demuestra que no solo el papel de las comarcas de Tarragona no es el adecuado, sino que Catalunya no está bien tratada por parte del Estado español», afirmó en 2018 el entonces director general d’Universitats y ahora rector de la URV, Josep Pallarès, quien reconocía entonces estar de acuerdo en el sentido de «apostar por la Recerca y la Innovació».

Aval de los alcaldes

Parecía, pues, que en la primavera de 2018 el proyecto cogía velocidad de crucero. Más aun cuando los principales alcaldes de la demarcación –Tarragona, Reus, Vila-seca, Tortosa, El Vendrell, Torredembarra, Cambrils y Salou– daban el OK para impulsar un nuevo sistema propio de gobernanza de la provincia de Tarragona. «No pedimos nada que no se haga ya en Europa, está previsto en el marco legal», reivindicaba Josep Poblet, quien en mayo de 2018 lideró un encuentro de alcaldes con el tejido empresarial, social y económico en el Convent de les Arts de Alcover para explicar el proyecto. Sin embargo, poco después llegaron las elecciones municipales y cambios en todos los agentes que comportaron que, hasta el momento –ya a mediados de 2022–, poco más haya trascendido desde el ámbito público. ¿Por esto ahora reacciona el sector privado?

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