Un buque de la Armada Española inspecciona las embarcaciones de pesca de Tarragona
Los controles en alta mar llegan justo días después de que Europa haya aprobado recortar días de pesca para los pescadores
Un barco de la armada española está inspeccionando en estos momentos las embarcaciones pesqueras de Tarragona en medio del mar. Así lo han explicado los pescadores y así lo confirman fuentes del Ministerio de Agricultura y Pesca del gobierno español. Se trata del patrullero Alborán, que tiene su base en Cartagena y pertenece a la Fuerza de Acción Marítima. El buque ha sorprendido a los pescadores, quienes llevan días manifestándose a raíz de la reducción de días de pesca que les imponen desde Europa. «Solo nos faltaba esto. Con la temporada que llevamos, y ahora más inspecciones», explica Jordi, un pescador que se ha encontrado con el Alborán a 17 millas de la costa tarraconense.
Según han explicado al Diari algunos testigos, el buque habría inspeccionado al menos tres embarcaciones de pesca tarraconense. El Alborán lleva dos inspectores de la Secretaria General de Pesca (SEGEPESCA) de fuera de Catalunya –según explican fuentes del Ministerio de Agricultura y Pesca–, que controlan que la documentación esté en orden y que el tamaño de las mallas sea el correcto. Se trata de controles rutinarios. «Sinceramente, no nos esperábamos que tan solo dos días después de saber que nuestro oficio tiene los días contados, vengan a buscarnos las pessigolles. Parece una broma de mal gusto», comenta Josep, otro pescador.
Los inspectores han podido subir a algunos barcos y han pedido la documentación. En otros no han podido acceder a causa del temporal que hay hoy en la mar tarraconense. Por el momento, no se ha interpuesto ninguna denuncia, ya que los pescadores lo llevaban todo al día.
Según explican desde el Ministerio, el gobierno español tiene convenios con organismos como la Guardia Civil, la Marina Mercante y la Armada, para utilizar sus embarcaciones con el objetivo de llevar a cabo campañas rutinarias de inspección de pesca a lo largo de todo el caladero nacional. Aseguran que, a principios de cada año, desde el Ministerio se elabora un calendario y es entonces cuando se decide las fechas de inspección. Justo ahora, tras una semana con ambiente caldeado por las medidas europeas, ha tocado aguas tarraconenses. El Ministerio asegura que es casualidad.
El patrullero Alborán
El patrullero Alborán se construyó en Vigo (Pontevedra) y fue entregado a la Armada Española el 8 de enero de 1997. El buque tiene su base en Cartagena y hace unos años tuvo que reformarse y modernizarse para adaptarlo a los trabajos de apoyo y de inspección pesquera. El barco va recorriendo toda la costa española y, estos días, está por aguas tarraconenses.
El Alborán forma parte de la Fuerza de Acción Marítima (FAM) que, dentro de la flota, está formada por el conjunto de unidades que tienen por cometido principal prepararse para proteger los intereses marítimos nacionales y el control de los espacios marítimos de soberanía e interés nacional. Actualmente, el cometido principal de este buque es la inspección, vigilancia y apoyo a la flota pesquera.
«Esto es rizar el rizo»
Los pescadores están cansados de tanto control y tanta inspección. «Pese a tenerlo todo en regla, cuando vemos algún inspector, nos tiemblan las piernas», explican los pescadores, quienes añaden que «salimos a faenar y parece que seamos delincuentes».
Las inspecciones del colectivo son constantes. Tanto a alta mar como a la llegada a puerto. Y las sanciones son millonarias. De 300 a 6.000 euros. «Una multa de estas te arruina la vida y te deja sin poder cobrar las vedas», asegura Ramon.
La inspección de esta mañana llega en un momento muy complicado para el sector. Hace apenas unos días, se hacía pública la propuesta que Europa quería para los pescadores. Un máximo de 28 días de pesca por año. Tras duras negociaciones, manifestaciones y huelgas del sector, los pescadores han conseguido aumentar los días a cambio de medidas compensatorias que supondrán importantes inversiones. «Después de todos estos días, solo nos faltaban las inspecciones. Esto es rizar el rizo», dice Jordi, un pescador.