Tarragona, última capital catalana en incorporar el pago con tarjeta en el autobús
El mes que viene entrarán en funcionamiento los datáfonos en los 76 vehículos municipales
María Suárez vive en Inglaterra y está de visita en Tarragona, junto a otros tres miembros de su familia. Hablamos con ella en la estación de autobuses donde ha ido a comprar un abono de transporte. «Menos mal que en una tienda nos han explicado que aquí no se puede pagar el autobús con tarjeta de crédito. En Inglaterra y en otros sitios que hemos estado sí que se puede, así que estábamos seguros de que aquí también se podía». Se consuela, eso sí, con el hecho de que con el abono los viajes les saldrán bastante más económicos.
En la misma cola se encuentra una tarraconense que es usuaria habitual del servicio. Cuenta que en la ruta que hace diariamente se ha encontrado más de una vez con turistas que quieren ir al Pont del Diable y que no han podido subir al autobús porque no tenían efectivo. Otra mujer, que escucha la conversación, señala que no se trata solo de turistas «yo le pagué el billete a un chico que iba a la Laboral a un examen y se había dejado el abono y no tenía efectivo... Además, piense que para pagar con billetes solo te aceptan hasta 10 euros».
Pero la situación, que suscita más de una queja, especialmente en verano cuando llegan visitantes, debería cambiar en breve. La Empresa Municipal de Transports de Tarragona tiene previsto que en el mes de septiembre los 76 autobuses municipales tengan instados dispositivos TPV (Terminal Punto de Venta o datáfonos) integrados en la cabina de los chóferes.
Con la instalación de estos dispositivos en los autobuses urbanos se podrá, por fin, pagar con tarjeta bancaria o con teléfonos móviles y relojes inteligentes.
Demanda desde la pandemia
El cambio solucionará una demanda que se arrastra desde hace años, pero que se hizo más insistente con la pandemia de Covid-19 cuando se trataba de limitar al mínimo el contacto con el dinero en efectivo para evitar la transmisión del virus. De hecho, cuando se pudo volver a usar el transporte público, en Tarragona los primeros meses no se podía pagar con efectivo, solo con abonos.
Fue justo en ese momento cuando otras ciudades pusieron en marcha el pago con tarjeta. En el caso de la otras capitales catalanas Lleida comenzó en el 2020, igual que Girona. En Barcelona entró a funcionar más tarde, en enero de 2022. Más cerca, en Reus, los datáfonos se instalaron el verano de 2020.
«Esta reivindicación viene, como mínimo, desde la pandemia, donde se vieron las carencias y lo atrasados que vamos en comparación con otras ciudades. Pero como dice el dicho: nunca es tarde si la dicha es buena» señala Rubén Vaquero, del comité de empresa de la EMT.
Hay que aclarar, no obstante, que la mayoría de usuarios de los autobuses urbanos de Tarragona usa algún abono, ya que las tarifas están pensadas para premiar a los usuarios habituales. Según los últimos datos publicados en la página de transparencia de la EMT solo el 14 % de los usuarios (cifras de 2022) emplea el billete sencillo que tiene un coste de 1,60 €. El abono más utilizado (19,88 %) es el de los jubilados, que pagan 10 € al año, seguido del integrado de la ATM (18,77 %).
Prueba en cuatro autobuses
Antes de la puesta en marcha definitiva el mes que viene, el sistema comenzó a probarse desde mediados de julio en cuatro autobuses que cubren habitualmente rutas hacia la playa.
El servicio, que salió a licitación a finales de 2023, se adjudicó a CaixaBank por 132.000 € y tendrá tres años de duración. La licitación también incluye la adquisición de ocho terminales para los centros de atención al cliente de la EMT y los siete aparcamientos municipales. La instalación la realizará la empresa municipal.
Vaquero dice que, de momento, con la prueba en los cuatro autobuses, es pronto para valorar cómo funciona el sistema tanto para los conductores como para los usuarios, pero cree que «manipular efectivo lo menos posible ya es una mejora» desde le punto de vista de la salud.
En marcha en septiembre
Respecto a lo que ha tardado la ciudad en implantar este método de pago Sonia Orts, presidenta de la EMT, defiende que desde el gobierno actual «es una necesidad que detectamos desde el primer momento y entendíamos que tenía que ser una realidad lo antes posible. Así pues, a principios del pasado noviembre sacamos a concurso público el servicio de gestión de TPV. Y durante este verano se ha implantado la primera fase que consiste en una etapa de pruebas del sistema de pago con tarjeta, y a través de dispositivos móviles con tecnología contactless». La previsión, confirma, es que el sistema esté implantado el mes que viene.
También aprovecha para asegurar que «desde este gobierno tenemos el compromiso de mejorar la accesibilidad al transporte público, la eficiencia operativa, impulsar la digitalización de los procesos y la necesaria renovación de la flota de autobuses actual. Hay mucho trabajo por hacer, pero vamos por el buen camino...Hemos decidido un plan de inversión ambicioso e integral de 13 M€ en tres años para renovar más de la mitad de la flota actual».
Tampoco hay en los que van al Camp de Tarragona
Los autobuses que van a la estación de trenes del Camp de Tarragona tampoco permiten el pago con tarjeta, lo que ha suscitado innumerables quejas. Según el Departament de Territori de la Generalitat habrá que esperar a la implantación de la T-Mobilitat, prevista para 2025, para incorporar esta modalidad de pago.