Tarragona teme perder trenes de la R-16
La ciudad todavía no ha recibido una respuesta a las alegaciones de la estación intermodal de Vila-seca

Detrás del proyecto de la estación de la Horta Gran está que los trenes de alta velocidad lleguen al centro de la ciudad y la voluntad de liberar una parte de la fachada marítima del cinturón ferroviario. Pese a ello, una de las principales preocupaciones es que la ciudad pueda perder más servicios ferroviarios con la entrada en funcionamiento de la intermodal de Vila-seca.
Así lo expuso el Ayuntamiento de Tarragona en el escrito de alegaciones que presentó en abril del año pasado, cuando salió a exposición pública el estudio informativo de la nueva terminal intermodal.
La preocupación de la administración local llega delante de la posibilidad de que algunas de las circulaciones de la R-16, que cubren el desplazamiento desde Tortosa a Barcelona, pasando por Tarragona, puedan desviarse por la estación de Camp de Tarragona en un futuro. Esto permitiría mejorar las comunicaciones entre las Terres de l’Ebre y la capital catalana, mejorando la fiabilidad del servicio y el tiempo de recorrido, ya que se utilizaría la línea de alta velocidad Madrid-Barcelona.
De ser así, estos convoyes que actualmente circulan por la vía de la costa dejarían de parar en Tarragona.
La estación de la calle Barcelona superó el año pasado los dos millones de usuarios tan solo en los servicios de Media Distancia. De lejos es la estación con más demanda de viajeros del sur de Catalunya. No obstante, las malas decisiones del pasado han supuesto un peaje muy caro para los tarraconenses.
Con la entrada en funcionamiento de la línea de alta velocidad Madrid-Barcelona ya se perdieron algunos de los servicios hacia el norte y el centro de la Península, que fueron desviados a través de La Secuita.
Más tarde, cuando se estrenó la variante del Corredor del Mediterrani entre Vandellòs y Vila-seca también se desviarion los Euromed entre Valencia y Baracelona. Ahora, los servicios de larga distancia han quedado reducidos a la mínima expresión.
Tarragona no quiere perder nuevos trenes, mientras lamentaba que el estudio del Ministerio no incluía ni un estudio de movilidad o de demandas de viajeros de las estaciones afectadas.
De momento, la administración local no ha recibido una respuesta al escrito de alegaciones, lo que deja en compás de espera un proyecto pensado para relanzar el aeropuerto.