Tarragona se queda sin Bons Comerç para la campaña de Navidad
El compromiso es que la iniciativa vuelva a repetirse en febrero y marzo, en una edición Primavera y en un formato más austero
Tarragona está a punto de dar inicio a su campaña de Navidad y al Black Friday. Esta vez, no irá de la mano de los Bons Comerç, una iniciativa que puso en marcha el año pasado el Ayuntamiento de Tarragona, y que supuso un impacto comercial muy importante para la ciudad, tras dos difíciles años marcados por la pandemia. La previsión es que la campaña de Bons Comerç vuelva a repetirse en febrero y marzo del año que viene, en una nueva edición que se prevé más austera.
Según los datos que dio el mismo Consistorio, con los Bons Comerç del año pasado, se consiguió triplicar la aportación inicial, lo que significó que los tarraconenses gastaron más de un millón y medio de euros en el tejido comercial de la ciudad. Cada ciudadano disponía de 50 euros de descuento para gastarse en tiendas y restaurantes adheridos a la iniciativa. La única condición era que debían gastarse 15 euros por cada 5 euros de descuento.
La no continuidad de la campaña se debe a la falta de presupuesto y a la mala situación económica por la que pasa el Ayuntamiento, según explican fuentes municipales.
La iniciativa comercial –que se centró en los meses de octubre, noviembre, diciembre y enero del año pasado– fue liderada por la concejalía de Comerç. El responsable del departamento, Dídac Nadal (JxTGN), contaba con la palabra del resto del gobierno municipal –encabezado por ERC– para darle continuidad a la propuesta. Pese a la insistencia del concejal, la campaña no ha podido repetirse este año por falta de dinero.
«Cada vez que he puesto encima de la mesa la necesidad de que la ciudad volviera a vivir una campaña de bonos, se me ha dicho que la ciudad tenía otras prioridades», asegura Nadal, quien añade que «he sido muy respetuoso con este tema, pero deben entender que yo me debo a los comercios de la ciudad». El concejal de Comerç lamenta que municipios muy cercanos, como Reus o Calafell, sigan apostando por esta línea y, en cambio, Tarragona no.
Nadal reconoce que 500.000 euros –que es la cantidad que inyectó el Ayuntamiento en la campaña el año pasado–, es mucho dinero, teniendo en cuenta la situación que atraviesa actualmente el Consistorio. «Pero pensamos que los bonos se pueden adaptar a las circunstancias y limitar en el tiempo, importe y cantidad. En lugar de ser de 50 euros, pueden ser de 20, y en lugar se alargarse tantas semanas, que lo hagan cinco días, por ejemplo», propone Nadal.
Edición Primavera
De todas maneras, el concejal de Comerç reconoce que quizás la campaña de Navidad es la que menos incentivos comerciales necesita, teniendo en cuenta que es la época del año donde más ventas se generan. «Desde la concejalía, nos encargaremos de dinamizar y amenizar, tanto el Black Friday como los días de Navidad. El problema nos lo podemos encontrar a principios del año que viene», añade Nadal.
Por eso, el concejal asegura que cuenta con el «compromiso sólido» del Ayuntamiento y de los responsables del área económica del Consistorio, para inyectar una cantidad concreta de dinero –entre 100.000 y 200.000 euros–, con el objetivo de poner en marcha unos Bons Comerç, edición Primavera, que verán la luz entre febrero y marzo del año que viene.
La voz del sector
La noticia de la no existencia de los Bons Comerç durante esta campaña de Navidad ha sentado como un jarro de agua fría al tejido comercial de la ciudad. «Considero que es una broma de mal gusto, después de lo mal que lo pasamos durante la pandemia. Cualquier ayuda es bien recibida», explica Florenci Nieto, presidente de Pimec Comerç Tarragona i Provincia, quien añade que «buena parte del comercio está agonizando y algunos políticos solo piensan en las elecciones».
Menos contundente es Salvador Minguella, presidente de la Via T –principal asociación comercial de la ciudad–, quien opina que «los bonos tenían cierto sentido el año pasado tras unos meses malísimos por la Covid. Ahora, las tiendas deben funcionar por ellas mismas, debemos espabilarnos y no esperar que la administración nos lo solucione».