Tarragona conserva el podio del mejor roscón de Reyes de Catalunya
Julio Solanes, del Forn Tarraconense, ha quedado entre los tres mejores del concurso organizado por Panatics. Es la tercera edición que se alza como finalista
Quedar entre los mejores durante tres años consecutivos no puede ser solo fruto de la suerte. El pastelero artesano Julio Solanes se ha convertido este año en la primera persona en quedar finalista en tres ediciones del concurso del mejor roscón de Reyes de Catalunya, organizado por Panatics.
De hecho, Solanes ha conseguido el podio en todas las ocasiones posibles. La primera edición, en 2019, le otorgó la medalla de bronce y en 2021 se alzó con el primer premio. Su éxito le llevó a participar como jurado en 2022, por lo que no se pudo presentar y ahora ha revalidado su posición de finalista en 2023.
Los secretos de su producto no son demasiado enrevesados, Solanes apuesta por «buscar la excelencia en fórmulas clásicas, sin inventar nada nuevo». El concurso premia los mejores roscones rellenos de mazapán, como marca la tradicional receta catalana.
El hecho de presentarse al concurso sirve al propietario como una «medida de autoexigencia» para no quedarse con un solo premio y apostar por la mejora constante. «Cuando me ven aparecer ya genero tensión», ironiza, relatando que se ha convertido en una figura conocida dentro del concurso.
La cata de este certamen es a ciegas, no obstante, Solanes afirma que «ya reconocen su sabor», una cuestión que no le ha impedido seguir colocándose entre las mejores posiciones.
El joven repostero encontró esta pasión de manera autónoma, ya que nadie en su familia se dedicaba al oficio. Ahora, su objetivo es defender este gremio y llevar por bandera la «autenticidad y características propias de la repostería tarraconense».
«Quiero que mi producto explique una historia del territorio», asegura Solanes, criticando que hay «un producto demasiado homogéneo en el sector».
El sector no pasa por su mejor momento en Tarragona, con la desaparición de hornos históricos, la Pastissería Palau. Aun así, el propietario del Forn Tarraconense se muestra optimista asegurando que «la gente está devolviendo la confianza a la calidad de la artesanía frente a los productos industriales».
En esta campaña de Navidad Solanes estima que producirá entre 1.200 y 1.500 roscones de Reyes. El crecimiento de su local le ha permitido invertir en un nuevo horno para aumentar la producción, eso sí, «sin perder la calidad del producto», puntualiza.
El reconocimiento adquirido en estos últimos cuatro años ha permitido que cada vez más gente conozca el pequeño local donde se obran estas delicias.
El clásico roscón de mazapán se encuentra entre los favoritos, aunque Solanes admite que «mucha gente demanda los que van rellenos de nata o chocolate». El repostero apunta que «la creatividad en el sector no tiene límites», permitiendo usar masas de cruasán o rellenos de todo tipo. Aun así, Solanes manifiesta que para hacer cualquier cosa «es importante contar con un buen producto y dedicarle el tiempo necesario, sea un roscón, una madalena o una barra de pan».
Todo y la apuesta por la tradición catalana, desde el Forn Tarraconense abren camino a nuevas propuestas como es el Panettone, que cada vez gana más éxito entre los comensales.
Por ahora, Solanes descarta presentarse a concursos de este producto, asegurando que esperará a tener «un Panettone de gran calidad con el que valga la pena competir».