Tarragona, la única capital sin un CAP con urgencias de 24 horas
La Generalitat estudia dónde ubicar el nuevo CUAP en Tarragona
Tarragona contará con un Centro de Urgencias de Atención Primaria, más conocido con CUAP. Así lo aseguran fuentes del Departament de Salut, quienes explican que, actualmente, se está estudiando cual es la mejor ubicación. Ponent, ampliar el CAP Jaume I o situarlo al lado del Hospital Joan XXIII, serían algunas de las opciones que están sobre la mesa. El CUAP es lo mismo que un CAP o ambulatorio, pero que abre las 24 horas del día durante los 365 días al año. Además tiene los servicios típicos de unas Urgencias, como puede ser la unidad de radiología, y cuenta con personal propio especializado en urgencias.
Tarragona es la única gran ciudad de la demarcación que no cuenta con un equipamiento sanitario como este. Reus, Salou, Cambrils, Vila-seca y Torredembarra, son algunos de los municipios que tienen un ambulatorio funcionando durante la noche. En el caso de Tarragona, los ciudadanos que requieran de asistencia médica nocturna deben acudir a uno de los hospitales de la ciudad –Joan XXIII o Santa Tecla–, o bien, desplazarse hasta el CAP La Granja-Torreforta, que cuenta con lo que se conoce como PAC –Punt d’Atenció Continuada–. Este equipamiento abre cuando cierra el CAP –20 h– y cierra cuando vuelve a abrir –8 h–. El problema es que no tiene los servicios propios de unas Urgencias, por lo que si el paciente acude por una rotura de un hueso, será derivado a las Urgencias de un hospital.
Sindicatos, profesionales y entidades vecinales llevan años reivindicando la apertura de un CUAP en la ciudad, sobre todo para poder descongestionar las Urgencias de los hospitales que están muy saturadas. El compromiso por parte de la Generalitat y del resto de las administraciones también es histórico. Tanto que incluso el pleno municipal, por unanimidad, ha instado en más de una ocasión al ente autonómico para que active de una vez por todas este equipamiento.
Ahora, parece que la cosa va en serio. «Consideramos que el CUAP puede ayudar a adecuar la atención en función de la necesidad de las personas, derivándolas a un dispositivo más accesible y resolutivo», explican desde el Departament de Salut, quienes añaden que «el CUAP es un dispositivo útil para hacer frente a las urgencias de baja complejidad, tanto en el núcleo urbano principal como en los barrios».
La idea es que este nuevo CUAP pueda acoger a pacientes con problemas de salud de baja y media complejidad, es decir, de los niveles 4 y 5, que suelen ser problemas que no requieren de urgencia y que pueden ser atendidos en los centros de atención primaria. De esta manera, las Urgencias de los hospitales quedarían libres para aquellos pacientes con riesgo vital y el funcionamiento sería mejor y más rápido. El problema actual es que, como Tarragona no cuenta con CUAP, las Urgencias quedan colapsadas en seguida, atendiendo patologías de todo tipo y nivel.
«Llevamos mucho tiempo reclamándolo y, dependiendo del gobierno que haya, la intención va cambiando. Los vecinos no podemos depender del color político de turno. Necesitamos este equipamiento sanitario», dice Lilian Fernández, vicepresidenta de la Federació d’Associacions de Veïns de Tarragona (FAVT). Por su parte, desde el Grup de Treball en Defensa de la Sanitat Pública, su portavoz, Silvia Labodia, insiste en que «es urgente que Tarragona tenga un CUAP. La ciudad se está haciendo grande y las Urgencias de los hospitales están muy tensionadas».
También hablan desde USITAC, sindicato que históricamente ha reivindicado este equipamiento. «El CUAP es la clave para mejorar el sistema sanitario en general, en el caso de Tarragona. Las Urgencias quedarían descongestionadas, y la atención sería más eficaz», explica Isa Barco, delegada sindical de USITAC.
La clave: su ubicación
Ahora, el debate se centra en la ubicación del nuevo equipamiento. Desde el Departament de Salut aseguran que «se está estudiando el mejor emplazamiento para dar respuesta a las necesidades de la población actual y futura, reforzar la conexión y la derivación a los hospitales, teniendo en cuenta los flujos y preferencias de los usuarios», y añaden que «para hacerlo, se quiere contar con la participación de los profesionales a la hora de tener clara cual es la mejor solución para su ubicación».
Hace años, el gobierno autonómico apostaba por abrir el CUAP en los barrios de Ponent. Incluso se puso una primera piedra, donde actualmente se encuentran los barracones de la Escola Ponent, al lado del Anillo Mediterráneo. La idea acabó descartándose y lo último que se ha dicho es que se estaba estudiando la posibilidad de que el equipamiento formara parte del complejo sanitario del nuevo Hospital Joan XXIII. Hay quienes prefieren que el CUAP esté en un punto más céntrico, en las inmediaciones del CAP Jaume I, por ejemplo.
La FAVT, que representa a las asociaciones de vecinos de la ciudad, tiene claro que su opción es que el equipamiento esté en Ponent. «En esta zona de la ciudad viven cerca de 40.000 personas, que siempre deben desplazarse hasta el centro de la ciudad. Creemos que es un porcentaje importante que justifica que el nuevo ambulatorio nocturno esté aquí», asegura la vicepresidenta de la FAVT, Lilian Fernández.
Por su parte, desde el Grup de Treball en Defensa de la Sanitat Pública, su portavoz, Silvia Labodia, apuesta más por el centro de la ciudad. «La Generalitat ha anunciado que tiene la intención de trasladar el CAP Jaume I en un terreno de la calle Francesc Bastos. Con esta ampliación, creemos que sería un buen momento para abrir el CUAP», comenta Labodia.
Sin embargo, la opción que más gusta al Departament es la del entorno del Hospital Joan XXIII. De hecho, actualmente, el CAP Tarraco –ubicado en la calle Doctor Mallafré Guasch– ya funciona como Punt d’Atenció Continuada, pese a no abrir por las noches. Cuando un paciente llega a Urgencias y la patología es de complejidad baja o media, el mismo personal ya le deriva al ambulatorio de al lado. De hecho, el servicio de Urgencias y el CAP Tarraco están conectados sin necesidad de salir del recinto. «Nosotros creemos que de ser así, sería un equipamiento desaprovechado y muchos pacientes optarían por seguir acudiendo a Urgencias», dice Isa Barco, del sindicato USITAC.