Tarragona es la capital catalana que más creció en 2023
Después de dos años de sangría, el año cierra con un incremento demográfico del 2,5%, marcando un récord de habitantes desde la independencia de La Canonja
La ciudad de Tarragona ha roto este 2023 su mala racha demográfica. Durante los años pandémicos, entre 2020 y 2022, la capital de la provincia perdió 1.613 habitantes, más de un 1% de su población.
Este dato marcó parte de la agenda política de las últimas elecciones municipales, ya que Tarragona se situaba como una rara avis entre los municipios de su entorno, como Salou, Reus o Vila-seca, que crecían notablemente.
La tendencia negativa ha vivido un revés importante mostrado por los datos de empadronamiento del Instituto Nacional de Estadística (INE), el cual muestra un crecimiento de 3.379 nuevos habitantes en 2023.
Esta cifra supone un aumento del 2,5% respecto a la población del anterior año, concediendo así a Tarragona el podio de la capital catalana que más crece en este año.
Tarragona marca una diferencia de un punto con Barcelona, que ha aumentado sus habitantes en un 1,5%, Girona y Lleida muestran un incremento ligeramente más alto con un 1,6%. Cuantitativamente, el incremento de Tarragona es solo superado por el de Barcelona, ya que las otras dos capitales se sitúan alrededor de los 2.000 nuevos residentes.
En cuanto al ránking, de momento nada ha cambiado. La capital del Tarragonès sigue situándose como la séptima ciudad más poblada de Catalunya, con Lleida por encima y Mataró por debajo. De hecho, la capital de las Terres de Ponent le arrebató a Tarragona el sexto puesto en 2010, cuando se produjo la segregación de la Canonja.
Ese momento supuso el descenso demográfico más importante de este siglo en Tarragona, suponiendo una perdida de más de 6.000 personas en el padrón de un año para otro. Un año antes, en 2009, la ciudad alcanzó su récord de población en el tercer milenio con 140.323 habitantes registrados, una cifra que no se ha vuelto a alcanzar desde entonces.
Los años siguientes a la secesión vinieron marcados por un constante decrecimiento, que alcanzaría su cifra valle en 2016, con el mínimo de 131.094 residentes. Después de este año se vivió una segunda escalada que llegó hasta los 136.496 en 2020.
Ahora, después del bache de la pandemia, la ciudad ha llegado hasta la cifra de 138.262 habitantes, lo que supone un récord de población desde la independencia de La Canonja.
Nacho García, regidor de urbanismo del Ayuntamiento de Tarragona, considera que el crecimiento demográfico es «una buena noticia», alegando que este permite mejorar la calidad de los servicios que se ofrecen en la ciudad. De cara a los siguientes años, el edil apuesta por «seguir creciendo de forma controlada, pero no infinita».
El parque inmobiliario
Las noticias de incremento demográfico llevan inevitablemente a hablar de parque inmobiliario, otra de las cuestiones que marcan el actual curso político en la ciudad. Durante el 2022, la ciudad inició la construcción de 86 viviendas, muy lejos de los máximos a los que se llegaban durante el boom inmobiliario, por encima de las mil.
Sin pretender aspirar a esos números, podemos reflejarnos en ciudades con una población similar a la nuestra, como Lleida, que inició 378, o Mataró, que comenzó la construcción de 540 viviendas durante el año anterior.
Para Nacho García, el camino a seguir es «un crecimiento del parque inmobiliario por Llevant», priorizando la zona de Terres Cavades, conocida ahora como Vall del Llorito.
En cuanto a la zona opuesta de la ciudad, en Ponent, el regidor considera necesario la apuesta por «equipamientos que mejoren la permeabilidad a cada lado del Francolí», sin descartar del todo un crecimiento inmobiliario en esta parte.
Héctor Ruana, gerente de la Cambra de la Propietat Urbana de Tarragona, señala como «un problema» que la evolución demográfica no vaya acorde con el incremento de la obra nueva.
El gerente asegura que «el actual desequilibrio de mercado entre la oferta y la demanda es uno de los principales culpables del incremento de precios en el alquiler y la compra de viviendas». Pese a esto, Ruana considera que «el crecimiento de población implica que Tarragona es un sitio atractivo».
Uno de los principales palos en la rueda del parque inmobiliario de la ciudad es el Pla de Ordenació Urbanística Municipal (POUM), suspendido desde 2020 y acogido a las normas transitorias. Este escenario implica, como indica Ruana, «una falta de seguridad jurídica para inversión en nueva vivienda».
Aun así, hay ciertas zonas de la ciudad con un proyecto de crecimiento en marcha, como es el entorno del Hospital Joan XXIII y el futuro barrio del PP10. Este último es, para el regidor de urbanismo, «la opción más inteligente y natural para agrandar el municipio».
Natalidad e inmigración
Los datos publicados por el INE no permiten establecer una causa directa al aumento demográfico, ya que la información sobre la natalidad e inmigración solo está actualizada, de momento, hasta 2022. Aun así, la tendencia observable en el municipio es la de un descenso de la primera y el crecimiento de la segunda.
Entre 2018 y 2022, Tarragona ha pasado de tener 9,06 nacimientos por cada 1.000 habitantes a solo 7,66. La tendencia descendente se confirma si miramos más hacia atrás. En este mismo periodo, la ciudad ha aumentado en un 15% su población extranjera. Prácticamente, la mitad son europeos.