Tarragona disfruta de nuevo de la Festa Gitana
La duodécima edición se celebró ayer con una buena afluencia de público visitante
La rumba y las palmas regresaron ayer al Cós del Bou. La tradicional Festa Gitana de Tarragona se celebró ayer por duodécima vez; esta vez, unas semanas más tarde de lo habitual. La Part Alta ha sido históricamente la zona dónde la comunidad gitana empezó a surgir. Y, como no podía ser de otra manera, prácticamente todos ellos viven ahí. Es por este motivo que la celebración se lleva a cabo en el Cós del Bou, con actividades y actos para todo el público.
«Es una fiesta abierta para todos. Nos sirve como punto de encuentro para muchas familias que no viven con nosotros y deciden bajar a vernos para poder estar todos unidos», explicó Antonio Gutiérrez, el actual presidente de la Associació Gitana de Tarragona.
La jornada festiva empezó hacia las 9 de la mañana, hora en la que se repartió el desayuno para todos los que ya estaban en la calle. Posteriormente, se celebró el tradicional campeonato de juegos de cartas. Concretamente, la botifarra. Y, al mismo tiempo, se dispuso una mesa con talleres infantiles para los más pequeños.
Pero una fiesta gitana no es nada sin la rumba y las palmas. Es por eso que hacia las 13 horas empezó a sonar música para llamar la atención de todos los transeúntes que pasaban por la zona.
«Siempre procuramos venir porque somos vecinos de la Part Alta y nos sentimos acogidos por ellos. En ningún caso nos parece una fiesta solo suya. Todo lo contrario». Así describieron un par de jóvenes su perspectiva sobre la Festa Gitana. Al convivir con ellos, en su calendario siempre se marca en rojo fechas como las de ayer.
Para todos
Mari y Bonica se sentaron en frente del local de la Colla Jove con sus sillas a observar el ambiente. Lo han hecho así todas las ediciones. «Cada año hacen lo mismo, pero nos hace ilusión siempre porque nos gusta mucho celebrar esta fiesta», explicaron. Nacieron en la Part Alta y son gitanas y tarraconenses de pura cepa. Tienen muy claro que la fiesta sirve para reivindicar su cultura, pero también para que los payos se acerquen a conocerla y a compartir un día tan especial.
«Lo hacemos para todos. Aquí puede venir cualquiera que lo recibiremos con los brazos abiertos». Entre los actos más destacados se encuentra la cena popular y la fiesta nocturna con más rumba. «Es cuando viene más gente porque la única fiesta que se hace en la Part Alta en esta fecha. Las niñas y los niños se ponen sus mejores vestidos para poder bailar durante toda la noche», explicaron.
A pesar del aplazamiento de la Festa Gitana por el fallecimiento de un allegado y un problema con el Ayuntamiento, sus organizadores aseguraron que fue un éxito. Un año más, la cultura gitana se reivindica en las calles de la Part Alta.