Tarragona decora su árbol de los deseos y los niños desean salud y buenos alimentos

Representantes de los 35 centros educativos de la ciudad han ‘vestido’ este abeto en el hall del Ayuntamiento con mensajes de esperanza y prosperidad

Que todo el mundo pueda pasar una Navidad en casa, con calor y comida, y que no quede un niño sin juguetes. Estos han sido los deseos más repetidos y anhelados en esta edición del ‘Arbre dels Desitjos’.

Como ya es tradición anual, a pocos días de Nochebuena, Tarragona celebra uno de los actos más entrañables de su programación navideña. Infantes de todos los rincones de la ciudad han decorado el árbol de la casa consistorial con dibujos. Pero, lo más importante, han transmitido sus mejores deseos y buenos propósitos, para ellos mismos, sus familias, la ciudad y todos los habitantes del mundo.

Villancicos, deseos y desayuno

El acto empieza antes de las diez. Los pequeños alumnos de la Escola Municipal de Música de Tarragona ofrecen una cantada de villancicos frente a la Plaça de la Font y decenas de familias bien abrigadas. Así, con Un arbre de Nadal queda oficialmente iniciada esta jornada. Acto seguido empieza el esperado momento en que los infantes promulgan sus deseos. Hay más de un centenar de muy jóvenes estudiantes, son alumnos de cuarto de primaria de treinta y cinco escuelas de toda la ciudad. Han participado tanto centros públicos como concertados y de educación especial.

Van llegando más y más niños, que hacen cola para poder colgar su adornado anhelo. Mientras, otros tantos que esperan o ya han terminado juegan en la plaza, rodeados por el frío de una mañana de diciembre. Una vez llenadas todas las ramas, llega la hora de reponer fuerzas. Los participantes disfrutan de un buen desayuno en el imponente patio de Jaume I.

El alto árbol, cargado de la ilusión, la solidaridad, la creatividad y el espíritu navideño de los pequeños tarraconenses, preside la entrada del Ayuntamiento. Ahora solo queda un último y no menos importante paso: que se cumplan todos ellos.

Junto a guirnaldas y dibujos del ‘Grinch’, renos y muñecos de nieve, los anhelos son variopintos. Los más deseados son los que encabezan esta crónica: «Una casa para todos los habitantes del mundo», «amor y salud para la familia», «que todos los niños tengan muchos regalos» y «que todos tengan luz y comida para Navidad». Se encuentran algunos de simpáticos: «Que todos tengan calcetines para no tener frío los pies». Otros se conforman con que «los Reyes me traigan muchas cosas».

En definitiva, lo más importante que podemos desearles es que pasen una muy feliz Navidad.