Exploradores a la caza de los tesoros de Tarraco
Arqueólogos y arqueólogas se dan cita en el Fórum de la Colonia en la actividad ‘Ruinas perdidas de Tarraco’
Los juegos de mesa también pueden enseñar historia. Más aún si se encuentran instalados en el centro neurálgico de la antigua Tarraco, donde se concentraba la actividad pública de la ciudad. En este punto, en el Fórum de la Colonia, se dieron cita una veintena de exploradores y exploradoras para descubrir e interpretar cómo era la antigua capital de la Hispania Citerior. Se trataba del enigma nocturno –aunque dio inicio con un sol de justicia– Ruinas perdidas de Tarraco, actividad organizada por Tarragona Jove, del Ayuntamiento de la ciudad y Tarraco Viva, en el marco de la programación del festival de reconstrucción histórica, en colaboración con el Museo de Historia. Como maestro de ceremonias, Txema Nosas, de Auriga Serveis Culturals.
Tres eran los equipos que competían por excavar cuántos más yacimientos mejor, a la caza de los mejores hallazgos. Y para ello podían echar mano de algunos de los arqueólogos más reputados de la historia, tales como Mortimer Wheeler, Mary E. Boyle, Kathleen Kenyon o William Flanders. Se los podían llevar al campamento, previo pago y sin abusar. Es decir, todo con limitaciones. Y en el momento en que un equipo hacía un descubrimiento, el resto ya no podía acceder a él.
Los arqueólogos fueron recorriendo Tarraco a partir de unas pequeñas fichas que también eran finitas, de tal manera que una vez acabadas, cada grupo, para seguir excavando, debía buscar más en la inmensidad del Fórum de la Colonia, donde previamente Nosas las había colocado estratégicamente.
¿El objetivo? Ganar la partida, por supuesto y, de paso, «interpretar el patrimonio perdido», como les explicó Nosas. Los restos, como se imaginan, eran la muralla, el acueducto, el circo o el anfiteatro, pero también los baños o algunas domus.
Entre los participantes, algunos arqueólogos que se graduarán este mismo mes, como Marina y alguna despistada que «pensaba que era una visita teatralizada», como Teresa quien, a pesar de reconocer que «para los juegos de mesa soy nefasta», estaba muy integrada.
Los enigmas son una alternativa de ocio por la que se aprende a través del juego y del misterio. «Desde hace 20 años forman parte de un proyecto de la Conselleria de Joventut, dentro del Pla Local y se incorporaron a Tarraco Viva en 2016, enmarcados en su programa educativo y social. En 2025 cumplirán una década en el festival», explicó Georgina López, responsable de programas de Joventut, quien añadió que «durante todo el año se incluyen en diferentes programaciones y temáticas».