Una madre tarraconense desesperada: «Si yo no como y no descanso, tampoco lo hará mi bebé»
Una mujer, que tiene a su bebé de un mes y medio ingresada por bronquiolitis en Joan XXIII, explica que no tiene derecho ni a una cama ni a comida
Una madre denuncia el trato que está recibiendo por parte del Hospital Joan XXIII de Tarragona, después de que su bebé de un mes y medio ingresara hace dos días por una bronquiolitis.
La historia se remonta a la madrugada del pasado sábado, cuando Águeda Boss –así se llama la protagonista de esta historia– acudió al hospital tarraconense preocupada porque su bebé de un mes y medio de edad no respiraba bien. La pequeña tenía bronquiolitis y los médicos decidieron ingresarla. La sorpresa de Águeda llegó al entrar a la habitación. «Solo tenía una cuna y un sillón. Al lado, un cama que ya me dijeron que no podía utilizar», explica la joven.
Águeda pasó todo el día sentada en el sillón, con su hija encima. «La bebé no está acostumbrada a dormir en una cuna. En casa hacemos colecho y lactancia materna exclusiva. Está acostumbrada a mí», explica la madre, quien asegura no entender que «la OMS recomiende este tipo de lactancia y, en cambio, los hospitales no se adapten a ello».
Después de pasar la primera noche incómoda, Águeda decidió que, a partir de la siguiente noche, pese a lo que le dijeran, utilizaría la cama que había libre al lado. Pero no llegó ese momento, ya que se la llevaron. Traían a otro bebé y a su madre, y la situación se repitió. Una habitación con dos cunas y dos sillones. «Nos dijeron que no había más camas libres», explica.
A todo ello, explica Águeda, cabe sumar que las madres no tienen derecho a comida si el bebé tiene más de un mes. «Me sorprende enormemente la falta de consideración y cuidado que estamos experimentando», explica la joven, quien añade que «es inadmisible que en un entorno hospitalario no se pueda garantizar la nutrición adecuada a una madre que tiene a su hija ingresada y que hacemos lactancia materna exclusiva». Águeda añade que «si la madre no come y no descansa, tampoco lo podrá hacer la criatura».
La protagonista insiste en que el personal la está tratando muy bien. «Los profesionales son los primeros que lo pasan mal viendo esta situación. Son directrices que vienen de arriba», dice Águeda, quien asegura que, antes de irse del hospital, pondrá una reclamación «para que esto no siga pasando y, si es necesario, que cambien los protocolos».
De momento, Águeda ha denunciado la situación en redes sociales y han sido muchas las madres que aseguran haber vivido algo parecido.