Sendra quiere menos tributos y más Llevant
El líder de Junts se muestra equidistante entre PSC y ERC, quiere impulsar medidas ‘business friendly’ y propone bajar el IBI y el IAE
Jordi Sendra tiene clara la receta necesaria para impulsar una Tarragona que «ahora no tiene ni modelo ni dirección ni liderazgo»: bajar impuestos, reducir la burocracia y coger a menudo la maleta para atraer inversiones y generar actividad económica con una clara apuesta por el turismo y el business friendly del más puro estilo convergente, esto sí, con la apelación de que «somos los del 1 d’octubre». De esta forma se podría resumir la conferencia que el candidato de Junts per Catalunya ha llevado a cabo este martes durante 43 minutos en el Col·legi d’Advocats ante un centenar de personas, una cifra que no le permitió llenar el recinto en lo que fue todo un toque de atención de cara al 28M.
Durante su intervención, sin corbata y con traje negro, el candidato con el ADN más intenso de la antigua CiU marcó distancias con ERC y mantuvo, asimismo, una estratégica equidistancia entre la propia Esquerra de Pau Ricomà y un PSC de Rubén Viñuales que, después de años vetado por el procés, ahora parece no ser ya una opción descartada para poder pactar en la Plaça de la Font. «Hace casi veinte años que PSC y Esquerra gobiernan esta ciudad, pero está claro que no funciona. Tenemos los mismos problemas, Tarragona se muere lentamente porque la gente se marcha a vivir fuera», indicó.
Nueva «Oficina del empresario»
¿Qué propone ahora el que fuera concejal entre 2002 y 2011? Lo primero: bajar impuestos, en concreto, el IAE y el IBI. «Tenemos una de las ciudades con la presión fiscal más elevada. Es necesario congelar o rebajarlos, especialmente a la actividad económica, a los jóvenes y a la gente que arranca un negocio», indicó un alcaldable que recalcó que «no queremos una ciudad con precios de primera pero con salarios de tercera», a la vez que lanzó un claro dardo a Ricomà porque «la gente tiene la sensación de que el Ayuntamiento es más bien un freno que un acelerador». En este sentido, enfatizó la necesidad de «tener una tarifa plana fiscal».
Por ello, Sendra propone consensuar con el resto de partidos un pacto para «modernizar el Ayuntamiento» y apostar por la «revolución administrativa». El primer paso para ello sería la creación «de la oficina del empresario» y, asimismo, trasladar la OMAC de la Rambla Nova al antiguo edificio de Lletres de la Plaça Imperial Tarraco.
Sendra también hizo una enmienda a la totalidad al proyecto del Banco de España de Ricomà, donde apuesta por «una oficina de turismo con un centro cívico». En su plan de choque, el líder de Junts criticó que «la ciudad está sucia» y, para ello, anunció la guerra abierta «contra las palomas». Asimismo, también lanzó la necesidad de que, de cara al futuro, la ciudad pueda contar con una desalinizadora de la mano del Port.
El candidato juntaire marcó también distancias con Esquerra con el POUM. «Necesitamos un crecimiento inteligente y sostenible. Debe religarse la ciudad por Ponent, pero también desde Sant Pere i Sant Pau con el centro y Llevant» y reivindicó que «no puede ser que Llevant solo sirva para pagar impuestos. Faltan muchas inversiones y equipamientos», aseguró en lo que fue un guiño para frenar las reivindicaciones de su barrio –La Móra– para segregarse.
A 18 días para la cita con las urnas, Sendra tiene el reto de frenar la abstención y el desencanto por la división con el PDeCAT para aspirar a tener la llave de la gobernabilidad del próximo mandato... ya sea con ERC o con el PSC.