Se enfrenta a 40 años de cárcel por pedir vídeos sexuales a menores
El acusado asegura que sólo les pedía imágenes golpeándose los genitales para «reír»
La Audiencia de Tarragona ha juzgado este viernes a un hombre acusado de tres delitos de agresión sexual, tres contra la libertad sexual de un menor y de tres delitos más contra la libertad sexual. Fiscalía, que inicialmente pedía 40 años de prisión, ha elevado la pena a 57 años.
La defensa ha solicitado su absolución. Los hechos se remontan en septiembre de 2020, cuando el investigado, de Vinaròs (Castelló), se hizo pasar por una menor a través de una cuenta falsa en una red social y contactó con los tres jóvenes, de La Sénia. El acusado ha asegurado que les pidió que se hicieran un vídeo golpeándose los genitales y ha afirmado que las imágenes solicitadas no tenían contenido sexual, sino que lo hacía para «reír» y hacer «broma».
El acusado, que solo ha respondido a las preguntas de su abogado, ha explicado que contactaba con mucha gente a través de Instagram, por lo cual, sus padres le quitaron el teléfono móvil.
Ha aseverado que no conocía a los tres jóvenes y que contactó sin saber que eran menores. El hombre ha declarado que pidió a las víctimas un vídeo donde se dieran puñetazos a los genitales y que el único objetivo que tenía era «reírse de las caras que ponían».
«Era una broma, no les pedí nada más; siempre iban vestidos, nunca se veían las partes íntimas», ha añadido. De hecho, ha señalado que nunca llegó a ver el vídeo porque su padre le quitó el móvil. En su declaración, el investigado también ha explicado que durante la época de la escolarización sufrió acoso escolar por parte de los compañeros de clase. «Me amenazaban y me insultaban, me hacían golpear mis genitales para reírse de mí», ha confesado.
El procesado hace un mes que se encuentra en prisión preventiva por saltarse una orden de alejamiento. Previamente, ya había estado allí por otra cuestión. El hombre ha manifestado que cuando estaba encarcelado sufrió abusos sexuales por parte de otro recluso. «Me hice daño jugando a fútbol y el compañero me convenció para hacerme masajes hasta que me tocó los genitales, hubo un juicio y solo le pusieron una multa», ha manifestado. A la vez, ha dicho que se encuentra en tratamiento psicológico y psiquiátrico y que se medica. «Estoy arrepentido, no sabía la edad que tenían», ha dicho.
Vídeos donde se golpeaban los genitales
En su escrito acusatorio, el ministerio público especifica que en el momento de los hechos, el 30 de septiembre de 2020, uno de los menores tenía 14 años, el otro 13 y el hermano pequeño -de uno de ellos- 9 años. Todos ellos han declarado a puerta cerrada y por videoconferencia en la vista hecha este viernes a la sección segunda de la Audiencia de Tarragona. Según el fiscal, el acusado pidió a uno de los menores, que estaba acompañado del otro, que se grabaran un vídeo tocándose los testículos. Las dos víctimas accedieron. Después les solicitó un segundo vídeo, en el cual uno de los menores se puso unos calcetines bajo la ropa y se golpeó los genitales.
El ministerio público relata que el acusado se hizo pasar por una chica a través de una cuenta falsa con el cual les pedía las imágenes. Así mismo, subraya el fiscal, el hombre intentó quedar con la víctima más grande, pero el encuentro no se acabó produciendo.
Después de que este menor lo bloquease en la red social, el investigado se puso en contacto con el otro menor y su hermano pequeño a través de otra cuenta. En este caso, Fiscalía afirma que el procesado se hizo pasar por el hermano de la chica ficticia y los volvió a pedir otra grabación de contenido sexual. También asegura que los menores recibieron insultos y amenazas y que se vieron presionados a enviarle nuevamente imágenes.
Coeficiente intelectual leve
Entre los testigos que han declarado en la vista, hay una médico forense y una psicóloga. La primera de ellas ha afirmado que el investigado tiene diagnosticado un coeficiente intelectual leve o inferior, pero que su facultad intelectiva no le «impide» entender la trascendencia de los hechos. «Entiende y conoce que los hechos no eran correctos y también tenía capacidad para decidir de una forma libre, conoce las repercusiones de sus actos», ha subrayado la testigo, quien también ha indicado que su conducta era «planificada». Además, ha dicho que no ha podido establecer una relación entre las peticiones de los vídeos con el acoso vivido cuando era menor. «La motivación no ha quedado clara», ha argumentado.
En cuanto a la psicóloga, ha especificado que uno de los menores no tiene problemas en la actualidad, pese a que cuando se produjeron los hechos sufrió miedo y angustia. También ha explicado que el hermano pequeño necesitó cuatro sesiones de terapia después de participar en una charla en la escuela sobre los peligros de las redes sociales. Finalmente, respecto al otro joven, ha aseverado que en el ámbito académico, social y familiar está «adaptado sin ninguna dificultad».
Las peticiones se ensartan a 17 años más
Fiscalía considera que los hechos son constitutivos de tres delitos de agresión sexual y, por eso, pide siete años de prisión para cada uno de ellos.
También solicita tres delitos contra la libertad sexual de un menor, por los cuales hace una petición de dos años de prisión para cada uno de ellos. Finalmente, pide diez años de prisión para cada uno de los tres delitos contra la libertad sexual.
En total, el fiscal solicita 57 años de prisión para el acusado, así como 28 años de libertad vigilada. A la vez, reclama una indemnización de responsabilidad civil de 10.000 euros para dos de las víctimas y, otra, de 15.000 euros para la tercera.
Por su parte, el letrado defensor solicita la absolución del acusado. En las conclusiones finales, el abogado ha considerado que no ha quedado probado que el investigado conociera la edad de las víctimas y ha afirmado que las peticiones del ministerio público son «desproporcionadas». Ha insistido que en los vídeos no aparece ninguna cara ni ninguna persona desnudada y que no tenían ningún carácter sexual.
También ha pedido los atenuantes de dilaciones indebidas – por los cuatro años transcurridos- y psíquicas -por la acreditación del diagnóstico de coeficiente intelectual leve. El juicio ha quedado visto por sentencia.