Tarragona se llena para disfrutar del Seguici Petit
Los más pequeños volvieron a ser los protagonistas por las calles de la ciudad después de tres años e iniciaron la semana más intensa de Santa Tecla
El día 19 de septiembre siempre está reservado para los más pequeños. Ellos pasan a ser los protagonistas de las fiestas de Santa Tecla con la cercavila del Seguici Petit. Las representaciones de las bestias, los gegants, nanos y los bailes, pero en pequeño, siempre son un éxito. Es un acto muy familiar que encanta. Además, es la primera vez que se puede ver a los elementos, en su orden habitual, por las calles de Tarragona. Todos juntos y al completo. Después de dos ediciones sin poderlos ver, había ganas. Como durante todas las fiestas, la definición del acto se hace con la palabra multitudinario.
Puntualmente, a las 18:30 de la tarde, salían los Diables de la Plaça de la Font. Los seguían el Drac, el Bou, la Víbria y el Griu. Los cuatro elementos de fuego que hacían que algunos pequeños se asustaran y otros, vestidos para la ocasión, bailaran debajo de las chispas. Había otros a los que no les hacía falta estar equipados. Con tirantes y a saltar. Antiguamente, los petardos en la cercavila pequeña no petaban, pero este año sí. En algunos casos, casi como los mayores.
Pasados los elementos de fuego, el turno es para las bestias más festivas. En ese momento, las familias más avispadas aprovechan la ocasión para ganar posiciones aprovechando que el fuego hacía que mucha gente tirase para atrás. De repente, te veías en primera fila. L’Àliga y el Lleó traían la fiesta con la música del Amparito Roca o el Bequetero. Dos clásicos. La Mulassa, con su faceta de juguetona habitual, hacía de las suyas bajando al parking de la Plaça de la Font, subiendo las escaleras de la Catedral o bebiendo agua en las fuentes. La Cucafera, a ruedas en el Seguici Petit, también alegraba a los pequeños. Sobre todo, con los caramelos. Siguiendo el orden, el turno era para los los gegants, parando a bailar en las plazas principales.
Los bailes con sus versots
Para cerrar el Seguici, los bailes. Todos nerviosos antes de salir y con ganas de demostrar lo que han ensayado antes. Unos nervios que se acentuaban cuando acababan la cercavila y tenían que hacer sus versots. No todos. Solo el Ball de Diables Petit, el Ball d’en Serrallonga Petit, el Ball de Pastorets Petit y el Ball de Gitanes Petit. Los tres primeros en la Plaça de les Cols, el último, en la Plaça de la Font. Lo de los nervios se supone, porqué, desde luego, no lo parecía. Todos clavaron sus discursos, con quejas y reivindicaciones a los políticos. Desde la perspectiva de cómo viven y se sienten los niños y niñas pequeñas en Tarragona.
El futuro, sin duda, está asegurado para cuando los menores tengan que abandonar el Seguici Petit y pasar al grande. A poder ser, con la menor diferencia de tiempo posible. Para que no pierdan la ilusión con la que salieron este lunes por las calles de la ciudad.