Santa Tecla petita: donde los pequeños se engrandecen

El Seguici Petit llena de vida la Part Alta ante la fantasía de niñas y niños, encandiladas y encandilados por la magia del Seguici

Los más pequeños de la casa lo viven todo de una forma más especial que el resto. El Seguici Petit de Santa Tecla lo evidencia año a año. Esas ganas, ese brillo en los ojos, ese anhelo por verlos...

Es algo que las lluvias de la mañana amenazaron con coartar, pero que el sol de mediodía neutralizó para brindar tranquilidad. Esa tranquilidad transformada en nervios minutos antes de las 18:30 horas, para así recibir a la comitiva desde la Plaça de la Font.

De hecho, el nerviosismo comenzó para algunos mucho antes, ya que algunos balls ya se habían estrenado antes de la cercavila, pues, a las 17.30 horas desde la Plaça de les Cols, se dio el pistoletazo de salida a los primeros versots y parlamentos del Ball d’en Serrallonga Petit primero y del Ball de Pastorets Petit después. Posteriormente, a las 18.00 horas, tuvo lugar la escapada del Ball de Cossis Petit y los parlamentos del Ball de Gitanes Petit. Todos se unieron luego a los pequeños del Seguici.

Pequeños que fueron más grandes que nunca y que, desde el Ball de Diables Infantil, capitaneando la comitiva, hasta la Banda Petita de la Unió Musical de Tarragona, sacaron sonrisas inversamente proporcionales a su tamaño y recorrieron la Part Alta con esa idiosincrasia única que tiene la Festa Major Petita.

Niñas y niños al suelo y en primera fila, para no perderse ni un ínfimo detalle, el inicio de la jarana ya gozó de esos tintes propios de la Tecla, donde la ciudad bate como nunca.

Drac, Bou, Víbria y Griu petits: las bestias de fuego, junto a los Diables, prendieron la mecha de una Tarragona que cumplió y respondió a la llamada del primer día de fiestas en el que se puede ver a los elementos en su orden habitual. El nerviosismo previo al comienzo de la cercavila dejó paso al baile bajo las chispas con más luz del año.

Miembros de la Cucafera reparten caramelos. Foto: Marc Bosch

De chispa a fiesta y tiro porque me toca. Cuando el fuego desaparece, las familias se recolocan para seguir recibiendo a los balls y a las fieras. La Amparito Roca o el Bequetero acompañaban a L’Aligueta y al Lleonet. La Cucafereta animaba y la Mulasseta jugaba y anticipaba la entrada de los gegants petits. Más gegants que nunca, los Negritos, los Moros y los Vells bailaban y festejaban junto a los balls, que cerraron el Seguici con los Xiquets de Tarragona y la Banda Petita de la Unió Musical de Tarragona.

Una vez que el Seguici volvió a la Plaça de la Font, comenzó la tanda de lluïment, que puso la corona a una tarde de ilusión, marinada con los versots y los parlaments del Ball de Sant Miquel i Diables Petit, del Ball d’en Serrallonga y del Ball de Pastorets Petit, que, en la Plaça de les Cols, reivindicaron la acción del feminismo y se mostraron críticos con el incivismo y con las faltas de respeto al medioambiente.

Una vez más, la Santa Tecla Petita fue el reflejo de la ilusión, la inocencia y la luz. Centenares de niñas y niños pudieron vivir desde dentro una de las tardes más especiales del año en Tarragona.

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