El Seguici vuelve a las escuelas de Tarragona
Educación. La Víbria va a la Escola El Miracle en la tradicional visita a los centros educativos
Uno de los actos estrella de las fiestas es Santa Tecla a les Escoles. Por las mañanas, los colegios de toda la ciudad de Tarragona son invadidos por las bestias y los bailes del Seguici Popular de Tarragona. Es la forma de que los más pequeños conozcan, de muy cerca, esta pieza importante de la cultura popular de la ciudad.
Nos centramos en la visita que hizo este martes la Víbria pequeña a la Escola El Miracle. Uno de los elementos del Seguici que más gusta, pero que también da miedo, sobre todo entre los más pequeños. Cuando los primeros que llegaban al patio de la escuela veían a la Víbria parada, se quedaban embobados y la saludaban. Uno de los más peques, consciente que venía, llevaba una figura de la misma Víbria en la mano.
Por la lluvia, el acto se trasladó al vestíbulo del colegio. Sentados en las escaleras y en el suelo, los pequeños de P4 atendían a la explicación de la historia de cómo nació. Una historia adaptada para la edad. Gumer Cañón, miembro de los Diables Voramar, es quien la cuenta. «Los pescadores del Serrallo salieron a pescar y vieron un huevo con una cosa roja encima que estaba flotando por el mar. Lo recogieron y de allí nació la Víbria», les cuenta a los pequeños.
Cañón dice que ella, históricamente, es quien hace está explicación. Para nada es forzada o impuesta, más bien todo lo contrario. «Es el acto que más me gusta. Casi siempre pido vacaciones para esta semana para poder hacerlo», reconoce. Por la forma como interactúa con ellos, se nota que lleva tiempo haciéndolo.
El objetivo es divulgativo
La principal función que tiene esta actividad es la de dar a conocer una parte de las fiestas a los más pequeños. Muchos ya iban preparados, ya que cuando eran preguntados por las partes de la Víbria, algunos ya se las sabían. Dar a conocer los elementos del Seguici es prioritario para que la fiesta continúe. No solo con actos como este, sino también con la función que tienen las escuelas en todo esto. «Hay muchos críos que son de fuera y puede que en casa no tengan la tradición de Santa Tecla. Con actos como este, la damos a conocer y puede que lleguen a ser partícipes de la cercavila», comenta Gumer Cañón.
Entre los alumnos de P4 están Guillem y Teresa. Los dos celebran que les haya visitado la Víbria. Guillem dice que cuando salen las de fuego no le gusta, pero las demás sí. Comenta, pero, que «si voy con gafas, cascos, gorro y una chaqueta no me da tanto miedo». A Teresa no le da miedo y les gusta la Víbria. Sobre todo, «la parte de la cola, que es igual a la de una serpiente». Aun así, no es su favorita. «La que más me gusta es la Cucafera porque da caramelos». A Guillem le gusta más el Lleó «porque es el rey».
La Víbria se despide de los pequeños con un baile al ritmo inconfundible de sus tambores. Los niños la acompañan al ritmo de aplausos. Todo termina con una fotografía por clases, donde los pequeños se acercan para tocarla. Lo que al principio era cierto respeto acaba siendo un vínculo que tendrán toda la vida con la Víbria. Y así con todos los elementos que van visitando los colegios de la ciudad. Ahí está la magia del Santa Tecla a les Escoles.