Ricomà: «Ha sido un gran privilegio, nuestra oposición será constructiva»
El exalcalde vuelve a la oposición cuatro años después destacando que la voluntad de ERC «no es la de obstaculizar para que TGN vuelva a tener proyectos eternamente paralizados»
Pasados 1.463 días desde que tomara la vara de alcalde el 15 de junio de 2019, Pau Ricomà (ERC) volvió este sábado a la oposición tras cuatro años marcados por la Covid, la explosión de Iqoxe y la anulación del POUM. «Ser alcalde ha sido un enorme privilegio, pero ahora nuestro compromiso es fiscalizar al gobierno», recalcó el exmáximo representante municipal, quien en pocas semanas dejará el pleno municipal. Ayer, sin embargo, reivindicó que su ejecutivo «ha hecho posible que Tarragona deba recibir en los próximos años centenares de millones en inversiones, como el nuevo Hospital Joan XXIII, el Fòrum Judicial o el albergue juvenil de la Ciutat de Repòs».
Asimismo, el líder republicano, que cuando deje el Ayuntamiento ya ha anunciado que su número ‘2’ de la lista –Maria Roig– será la nueva portavoz de Esquerra, recalcó que «haremos una oposición empática y constructiva, sin obstaculizar porque no queremos que la ciudad vuelva a tener proyectos que estén eternamente paralizados». Asimismo, afirmó que su formación ha rechazado formar cualquier tipo de gobierno con el PSC porque «tenemos una gran distancia en el crecimiento de la ciudad, la apuesta por el tranvía o el contrato de la basura».
Sintonía con la oposición
Lo cierto es que, de entrada, el gobierno Viñuales no inicia el mandato con las puertas cerradas por parte de la mayoría de partidos de la oposición. De hecho, Sandra Ramos (PSC) aseguró que la formación socialista «se dejará la piel» para gobernar «con espíritu de grandes acuerdos». Jordi Collado (ECP) cogió rápidamente el guante y reivindicó activar negociaciones para abordar un posible tripartito en la ciudad entre PSC, ERC y En Comú Podem. «Reconocemos la actitud propositiva del gobierno, pero un ejecutivo en minoría no es suficiente. Espero que vean que uno de 17 –que es la suma de socialistas, republicanos y progresistas– es mejor que otro de 9».
Desde el PP, Maria Mercè Martorell recalca que la situación del pleno «obligará al PSC a intentar pactar cada punto» y exige «un plan de choque en seguridad, okupación y limpieza», a la vez que insta al gobierno a «recuperar Ca la Garsa, el convento de Santa Anna y el Banco de España». En la misma línea se expresó Jordi Sendra (Junts per Catalunya), quien reivindicó esfuerzos para «lograr grandes consensos» en temas como el POUM y «evitar que el comercio se muera». También pide recuperar «el Pla Local de l’Habitatge» e impulsar la agencia «Tarraco Energia».
Finalmente, la gran novedad del día era la presencia de Vox. Su portavoz, Javier Gómez, anunció que su formación aterriza en la Plaça de la Font «para intentar solventar los problemas reales, como la seguridad o la okupación» y que, por ello, «nunca miraremos las siglas, sino las propuestas de cada cuestión».