Ricomà: «Después del nacimiento de mis hijos, la alcaldía es lo mejor que me ha pasado»
El exalcalde dejarà su acta como regidor después del pleno municipal, dejando entrar a Carles Farré en el ayuntamiento y delegando el mando del grupo en Maria Roig
Pau Ricomà, exalcalde de Tarragona y líder del grupo municipal de ERC ha firmado su adiós definitivo a la política después de ocho años vinculado al plenario, cuatro de ellos al frente del gobierno municipal. Ricomà se ha despedido rodeado de su familia y de gran parte del grupo municipal que ahora lidera la oposición, en quien ha depositado “su confianza para que recuperen la alcaldía en Tarragona”.
El exalcalde asegura que da este paso para “aprovechar su vejez en paz”, con el objetivo de no pasar sus últimos años dedicado a la política. Ricomà es consciente de que este paso «le supone un prejuicio económico», pero pone por delante la «calidad de vida y disfrutar de su familia y la cultura». Esta decisión ya estaba tomada para Ricomà, quien no pretendía concurrir a los siguientes comicios porque «no se veía con 69 años vinculado a la política municipal. Una vez pasadas las elecciones generales, Ricomà dejará su acta de regidor después del pleno municipal que tendrá lugar este jueves 27 de julio. Ahora María Roig gobernará el espacio de los republicanos en Tarragona y Carles Farré, número siete de la lista, ocupará la silla libre que deja en el consistorio.
Agradecimientos y reproches
Ricomà ha querido aprovechar su última comparecencia para elogiar la ciudad de Tarragona, la cual asegura «está ligada a su vida en todos los sentidos». Además, ha pedido que esta asuma los retos de la «cohesión urbanística y cultural» así como conseguir «la implicación y participación real de las personas migradas». El exalcalde también ha querido agradecer a la gente que «lidera proyectos culturales o medioambientales de manera altruista en la ciudad», en quienes deposita la confianza de que «tomen el mando de las manos de las elites que quieren frenar la ciudad» e impiden avanzar a la «Tarragona del siglo XXI».
Por último, ha defendido la «buena política» que defiende la ciudad por delante de los intereses personales. Por contra, ha reprochado «aquellas fuerzas que han hecho una campaña sucia contra él desde el ámbito personal», utilizando, en ocasiones, «su imagen para vincularlo a temas despreciables como la inseguridad». En especial, ha reprochado también las «plataformas que se alzaron para su oposición», criticando que estas «han desaparecido después de que pierda la alcaldía».
La despedida ha estado marcada por un carácter emotivo, y los asistentes que le acompañaban le han dedicado un extenso aplauso y abrazos. Ricomà ha manifestado que «tomar la alcaldía de Tarragona ha sido lo segundo mejor que le ha pasado en la vida», solo por detrás «del nacimiento de sus dos hijos».
En definitiva, Ricomà se despide con «orgullo e ilusión» por el trabajo de estos años. Ahora pone por delante un «descanso merecido», pero seguirá militando en ERC, partido para el cual «queda a disposición de este para que pueda recuperar el liderazgo en la ciudad».