Luces y sombras de los restauradores por el nuevo horario de las terrazas de Tarragona
Se muestran a favor de la ampliación de la temporada estival, pero en contra de que los jueves de verano sean considerados como día laborable
Luces y sombras por parte de los restauradores de Tarragona después de que se haya hecho pública la propuesta del consistorio sobre el nuevo horario y calendario de apertura de las terrazas.
El presidente de la Associació d’Empresaris d’Hostaleria de Tarragona ciudad, Javier Escribano, comenta que «esto es una negociación de muchas partes» y afirma que los restauradores están satisfechos por unos motivos e insatisfechos por otros.
Se muestra a favor de la ampliación de la temporada de verano –que, si el texto se aprueba, se alargará desde el 15 de mayo hasta el 15 de octubre, mientras que ahora dura del 1 de junio al 30 de septiembre–: «Nosotros creemos que podría empezar incluso el 1 de mayo porque la temperatura es veraniega, la luz es la que es... pero ampliada está y estamos contentos».
«También estamos contentos con la unificación horaria, que es algo que pedía el sector en su gran mayoría, aunque imagino que la gente de la plaza de la Font no estará tan contenta, pero el resto de la ciudad pedía que se anulara ese efecto llamada de que todo el mundo subía a la Part Alta solo porque abría hasta más tarde», añade Escribano, quien explica que «la opinión general es que se está contento, pero si preguntas a alguien de la plaza de la Font igual no lo va a estar y tiene toda la razón en no estarlo».
Por otro lado, los restauradores se muestran descontentos «por el trato que se le ha dado a los jueves», que han pasado de ser considerados como días festivos a ser laborables: «Nosotros entendemos que sea así en invierno, pero que también se haga en pleno verano nos chirría más; al final, tendremos una ciudad mediterránea con cinco días a la semana que a las 12 está todo cerrado».
«También hay problemática con el tema de las estructuras, sobre todo en el primer tramo de la Rambla, en el Balcó del Mediterrani, ahí hace bastante viento y, si las estructuras no son suficientemente fuertes, puede haber alguna sombrilla que se huele y puede ser peligroso», sentencia Escribano.